Imaginen un punto que se une a otro.
Seguramente saldrá una línea recta haciendo de nexo entre ambos,
¿verdad? Ahora, aumenten mucho más la distancia. Pongan una barrera
en un lugar cercano al punto inferior. Ya no están unidos, así que,
en el sitio de corte, saquen otra línea que permita conectarlos.
Vuelvan a poner otro obstáculo y hagan la misma operación, el
espacio es infinito. Otra vez. Y una más. Así hasta que parezca que
el trecho de línea está al lado del punto B. ¿Qué eran las
líneas?, me preguntará. Pues son conexiones, y desplazamientos,
físicos o mentales, en los que el punto A termina al lado del B a
pesar de las barreras. Tanto es así, que deben estar juntos para
poder evitarlas . Aunque, como habrá visto, queda todavía un
espacio entre ambos, y ahí solo cabe la muralla que se pongan entre
los dos.
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