Aquí te amo.
En los
oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales
persiguiéndose.
Se desciñe la niebla en
danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.
O la cruz negra de un
barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Suena,
resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.
Aquí te amo y en vano
te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.
Ya me veo olvidado como
estas viejas anclas.
Son más tristes los muelles cuando atraca la
tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.
Mi hastío forcejea con
los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.
Me miran con tus ojos
las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento,
quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.
Bienvenido a un mundo tan abstracto como lo que pasa por mi cabeza. Literatura rompecabezas que significa cualquier cosa menos la que es. O puede que veas la realidad.
domingo, 29 de noviembre de 2015
La bruma
- ¡Hola! ¿Cómo vas? Llevo ya un tiempo sin venir...
- Cierto. Catorce días bastan para que llegue el invierno. Yo he estado bien, ya me conoces. ¿Qué hay de ti?
- Mentiroso. Sabes que no es verdad. Al igual que tú, también noto los cambios. El río se desborda, y este frío... No es sólo porque el invierno esté aquí.
- Es posible que tengas razón.
- ¿Es por mi ausencia?
- En parte.
- ¿Entonces? ¿Qué sucede?
- A veces viene un hombre trajeado y se sienta conmigo, cuando tú no estás. Entonces comenzamos a hablar. Él me riñe por seguir viniendo aquí. Me dice que este lugar es como una mota de polvo en comparación con lo que hay allá afuera. Que no comprende mi obstinación cuando las cartas ya se han puesto sobre la mesa.
- No parece ilógico lo que dice.
- No. No lo es. Es razonable. Pero esta sensación no lo es. Tampoco mis actos lo son, en cierta medida.
- Pero, si piensas así, ¿cual es el problema?
- El problema radica en que observo mi situación. No puedo pasar de la linde, como bien sabes, y apenas te veo. Es cierto que pervive una luz que no se marcha, pero a veces no es suficiente. Y todo se trastoca. Entonces me quiero perder en la bruma, y desaparecer. Aunque siempre acabo volviendo aquí.
- ¿Por qué?
- Porque aunque tú estés en tu línea y yo en la mía, siento que hay un roce. Y esa leve inclinación me hace pensar que las paralelas podrían coincidir algún día. Ese atisbo de esperanza es lo que me hace seguir aquí. Puede que no sea más que una mentira que me cuento a mí mismo; aún así no quiero tirar por la borda todo. No mientras quede algo.
- De acuerdo. Sólo... Sólo puedo decirte que la solución no está en la bruma.
Ella se acerca y se dan un abrazo. Quizá el frío es lo que hace que esa regla de la distancia se quiebre. No se ven, sólo se sienten. Y una humedad caliente se desliza por los rostros. Una gota. Sólo una.
https://youtu.be/KBGfmdI7zkY
- Cierto. Catorce días bastan para que llegue el invierno. Yo he estado bien, ya me conoces. ¿Qué hay de ti?
- Mentiroso. Sabes que no es verdad. Al igual que tú, también noto los cambios. El río se desborda, y este frío... No es sólo porque el invierno esté aquí.
- Es posible que tengas razón.
- ¿Es por mi ausencia?
- En parte.
- ¿Entonces? ¿Qué sucede?
- A veces viene un hombre trajeado y se sienta conmigo, cuando tú no estás. Entonces comenzamos a hablar. Él me riñe por seguir viniendo aquí. Me dice que este lugar es como una mota de polvo en comparación con lo que hay allá afuera. Que no comprende mi obstinación cuando las cartas ya se han puesto sobre la mesa.
- No parece ilógico lo que dice.
- No. No lo es. Es razonable. Pero esta sensación no lo es. Tampoco mis actos lo son, en cierta medida.
- Pero, si piensas así, ¿cual es el problema?
- El problema radica en que observo mi situación. No puedo pasar de la linde, como bien sabes, y apenas te veo. Es cierto que pervive una luz que no se marcha, pero a veces no es suficiente. Y todo se trastoca. Entonces me quiero perder en la bruma, y desaparecer. Aunque siempre acabo volviendo aquí.
- ¿Por qué?
- Porque aunque tú estés en tu línea y yo en la mía, siento que hay un roce. Y esa leve inclinación me hace pensar que las paralelas podrían coincidir algún día. Ese atisbo de esperanza es lo que me hace seguir aquí. Puede que no sea más que una mentira que me cuento a mí mismo; aún así no quiero tirar por la borda todo. No mientras quede algo.
- De acuerdo. Sólo... Sólo puedo decirte que la solución no está en la bruma.
Ella se acerca y se dan un abrazo. Quizá el frío es lo que hace que esa regla de la distancia se quiebre. No se ven, sólo se sienten. Y una humedad caliente se desliza por los rostros. Una gota. Sólo una.
https://youtu.be/KBGfmdI7zkY
martes, 24 de noviembre de 2015
Silencio
No encontré más
que una marioneta,
sonriente palidez.
Ni siquiera un
ventrilocuo triunfa
ante tu barrera,
sonriente tristeza.
Ni siquiera el
eco conversa,
amueblada cabeza
que detiene la voz.
Y tus disparos
cercenan fieros,
te escondes bien
tras la muralla.
¡Oh, tremendo alboroto!,
¡oh, tremenda algarabía!,
que tu silencio retumba
y destroza mis tímpanos,
sonriente espejo.
Finalista en Certamen de Poesía "Letras Como Espada", de Letras como Espada.
que una marioneta,
sonriente palidez.
Ni siquiera un
ventrilocuo triunfa
ante tu barrera,
sonriente tristeza.
Ni siquiera el
eco conversa,
amueblada cabeza
que detiene la voz.
Y tus disparos
cercenan fieros,
te escondes bien
tras la muralla.
¡Oh, tremendo alboroto!,
¡oh, tremenda algarabía!,
que tu silencio retumba
y destroza mis tímpanos,
sonriente espejo.
Finalista en Certamen de Poesía "Letras Como Espada", de Letras como Espada.
Invierno
Muere algo y no es el
día, sobre el ramaje
se rompe el agua.
Seleccionado en I Certamen de Haikus "Kobayashi Issa", de Letras como Espada.
viernes, 20 de noviembre de 2015
Monster
Es un anime escrito por Naoki Urasawa, de una longitud moderada (unos 75 episodios) y que se enmarca en un momento posterior a la caída del muro de Berlín, pero también cercano.
Cuenta la historia de un afamado doctor alemán, Tenma, que trabaja en un hospital de Dusseldorf, y cuya vida va genial. No obstante, un día decide operar a un niño en lugar de a un alcalde, que muere; lo que hace de la vida de Tenma un desastre, a saber; su mujer le deja, su carrera se ve obstaculizada, y todo le sale mal.
Un tiempo después, una serie de muertes extrañas, entre ellas la del director del hospital en que trabaja, hecho que llevará de nuevo a buen puerto su vida.Y parece ser que el niño al que salvó tiene algo que ver.
A partir de ahí se desarrolla una historia absorbente a la vez que lenta, muy detallada, y con elementos que la hacen absolutamente psicológica. Nos meteremos en la piel de los personajes, y el universo que se muestra no es ese tan blanco o tan negro que muestran otras series. Aquí la gente tiene matices, su vida es de color gris. Eso sí, habrá excepciones. Hay gente mala de verdad, cuyo único fin es el mal por el mal.
Pero ni siquiera ese monstruo tras el que gira toda la historia es un ente de maldad absoluta. Habrá una constante mirada al pasado, una búsqueda para saber el por qué ocurren ciertas cosas. Nos encontraremos con personas ancladas a lo que no puede volver, y otras que buscan un futuro distinto.
Aparecerán también los problemas raciales, aún presentes, pues hay todavía una élite de antiguos nazis que siguen vivos, y que buscan tomar su parte de poder, así como viejos espías y miembros de la RDA.
El doctor Tenma tendrá que enfrentar obstáculos con ayuda de otras personas, como la hermana de Johan (el niño al que salva) y otras que irá conociendo.
Es un anime muy psicológico, como ya hemos mencionado, y esto hace que, a pesar de que toda la información llega de manera lenta, los capítulos se enganchan muy bien, se vuelven adictivos. Se trata de una serie altamente recomendable si te gustan las series de este estilo, cargadas de misterio.
Para finalizar, decir que cuenta con una OST magnífica, con un ending de David Sylvian y su "For the love of live"; y poco más, me la vean en VOSE.
La canción:
https://youtu.be/11kwC2JI-NU
Cuenta la historia de un afamado doctor alemán, Tenma, que trabaja en un hospital de Dusseldorf, y cuya vida va genial. No obstante, un día decide operar a un niño en lugar de a un alcalde, que muere; lo que hace de la vida de Tenma un desastre, a saber; su mujer le deja, su carrera se ve obstaculizada, y todo le sale mal.
Un tiempo después, una serie de muertes extrañas, entre ellas la del director del hospital en que trabaja, hecho que llevará de nuevo a buen puerto su vida.Y parece ser que el niño al que salvó tiene algo que ver.
A partir de ahí se desarrolla una historia absorbente a la vez que lenta, muy detallada, y con elementos que la hacen absolutamente psicológica. Nos meteremos en la piel de los personajes, y el universo que se muestra no es ese tan blanco o tan negro que muestran otras series. Aquí la gente tiene matices, su vida es de color gris. Eso sí, habrá excepciones. Hay gente mala de verdad, cuyo único fin es el mal por el mal.
Pero ni siquiera ese monstruo tras el que gira toda la historia es un ente de maldad absoluta. Habrá una constante mirada al pasado, una búsqueda para saber el por qué ocurren ciertas cosas. Nos encontraremos con personas ancladas a lo que no puede volver, y otras que buscan un futuro distinto.
Aparecerán también los problemas raciales, aún presentes, pues hay todavía una élite de antiguos nazis que siguen vivos, y que buscan tomar su parte de poder, así como viejos espías y miembros de la RDA.
El doctor Tenma tendrá que enfrentar obstáculos con ayuda de otras personas, como la hermana de Johan (el niño al que salva) y otras que irá conociendo.
Es un anime muy psicológico, como ya hemos mencionado, y esto hace que, a pesar de que toda la información llega de manera lenta, los capítulos se enganchan muy bien, se vuelven adictivos. Se trata de una serie altamente recomendable si te gustan las series de este estilo, cargadas de misterio.
Para finalizar, decir que cuenta con una OST magnífica, con un ending de David Sylvian y su "For the love of live"; y poco más, me la vean en VOSE.
La canción:
https://youtu.be/11kwC2JI-NU
martes, 17 de noviembre de 2015
Eunoia
Aquí, las profundidades del mar se quedan cortas, aunque falte el aire y apenas se distinga forma de vida alguna. Cada paso me lleva por derroteros equivocados; mientras que cada acierto es flor de un día.
No necesito nieve bajo mis pies; ya paso frío entre las llamas, allí donde arde toda esperanza. Ya arraiga la eunoia en prados que jamás pisaré, allí donde mis manos marchitan lo que sobrevive. Yo mismo he cortado las cuerdas que sujetaban mis puentes.
Quizá pervive un refugio, entre un árbol hueco, tapado con libros, triste ironía. Te lo cambio todo, mis momentos de gloria por un minuto con una sonrisa sincera. Un segundo que aleje las palabras que se arrastran, por un frente sin espejismos.
¿De qué me sirve construir si no puedo ser? Quiero tocar horizontes, sentir las estrellas en mi piel; quizá por eso sólo se cierne una noche sin luz. Los lugares a los que quise ir se marcharon, permanecen estelas en la memoria.
Ya lo ves, no supe controlar nada, ni fuera ni dentro; es un caos impaciente, devorador, igual que mi cabeza.
¿Qué camino recorrer si no hay ninguno?
https://youtu.be/oMEGJ-Jk58Q
No necesito nieve bajo mis pies; ya paso frío entre las llamas, allí donde arde toda esperanza. Ya arraiga la eunoia en prados que jamás pisaré, allí donde mis manos marchitan lo que sobrevive. Yo mismo he cortado las cuerdas que sujetaban mis puentes.
Quizá pervive un refugio, entre un árbol hueco, tapado con libros, triste ironía. Te lo cambio todo, mis momentos de gloria por un minuto con una sonrisa sincera. Un segundo que aleje las palabras que se arrastran, por un frente sin espejismos.
¿De qué me sirve construir si no puedo ser? Quiero tocar horizontes, sentir las estrellas en mi piel; quizá por eso sólo se cierne una noche sin luz. Los lugares a los que quise ir se marcharon, permanecen estelas en la memoria.
Ya lo ves, no supe controlar nada, ni fuera ni dentro; es un caos impaciente, devorador, igual que mi cabeza.
¿Qué camino recorrer si no hay ninguno?
https://youtu.be/oMEGJ-Jk58Q
Nick Drake - One of this things first
I could have been a sailor, could have been
a cook
A real live lover, could have been a book
I could have been a signpost, could have been
a clock
As simple as a kettle, steady as a rock
I could be
Here and now
I would be. I should be
But how?
I could have been
One of these things first
I could have been
One of these things first.
I could have been your pillar, could have been
your door
I could have stayed beside you, could have stayed
for more
I could have been your statue
Could have been your friend
A whole long lilfetime could have been the end
I could be yours so true
I would be. I should be through and through.
I could have been
One of these things first
I could have been
One of these things first.
I could have been a whistle, could have been
a flute
A real live giver, could have been a boot
I could have been a signpost, could have been
a clock
As simple as a kettle steady as a rock
I could even be here
I would be. I should be so near
I could have been
One of these things first
I could have been
One of these things first.
https://youtu.be/TOv5NAhLbms
a cook
A real live lover, could have been a book
I could have been a signpost, could have been
a clock
As simple as a kettle, steady as a rock
I could be
Here and now
I would be. I should be
But how?
I could have been
One of these things first
I could have been
One of these things first.
I could have been your pillar, could have been
your door
I could have stayed beside you, could have stayed
for more
I could have been your statue
Could have been your friend
A whole long lilfetime could have been the end
I could be yours so true
I would be. I should be through and through.
I could have been
One of these things first
I could have been
One of these things first.
I could have been a whistle, could have been
a flute
A real live giver, could have been a boot
I could have been a signpost, could have been
a clock
As simple as a kettle steady as a rock
I could even be here
I would be. I should be so near
I could have been
One of these things first
I could have been
One of these things first.
https://youtu.be/TOv5NAhLbms
domingo, 15 de noviembre de 2015
Extraños
- ¿Qué ocurre?
- Me preguntaba si seremos extraños para siempre. Hay días en los que puedo convivir con eso. Pero hay otros... Hay otros en los que no. No quisiera que tuvieses jamás esa sensación.
- A veces quisiera que no lo fuésemos. Sin embargo, no creo que sea acertado dar ese paso. Lo siento.
- ¿No hay ninguna solución a todo este lío?
- La hay. Aunque tú no la aceptarías.
- ¿Cuál?
- Vete. Aléjate de aquí. Piérdete en otros cuerpos. Cometes un error al estancarte aquí.
- No es un error. Y lo sabes.
- No. No tiene sentido aferrarse a una ilusión. ¿Cómo puedes encontrar placer alguno en ello?
- Es sencillo. Ninguna cosa es segura. Yo he clavado puñales. Tú llevas aún uno clavado, mío. Pero a mí también me han acuchillado. Y tú ya has lanzado tus dagas.
- Yo no he lanzado nada.
- ¿Cómo que no? Si cada vez que te veo noto el acero. A veces me agrada el sabor de la sangre, pero otras todo sabe horrible. La inmovilidad. No poder avanzar y no querer huir. ¿Has visto alguna vez un guerra de posiciones? Pues así se desarrolla todo esto. Un frente abierto que nunca cambia, donde sólo hay desgaste y tropas de refresco. Una y otra vez. Hasta el fin.
https://www.youtube.com/watch?v=iy2exT1exkU
- Me preguntaba si seremos extraños para siempre. Hay días en los que puedo convivir con eso. Pero hay otros... Hay otros en los que no. No quisiera que tuvieses jamás esa sensación.
- A veces quisiera que no lo fuésemos. Sin embargo, no creo que sea acertado dar ese paso. Lo siento.
- ¿No hay ninguna solución a todo este lío?
- La hay. Aunque tú no la aceptarías.
- ¿Cuál?
- Vete. Aléjate de aquí. Piérdete en otros cuerpos. Cometes un error al estancarte aquí.
- No es un error. Y lo sabes.
- No. No tiene sentido aferrarse a una ilusión. ¿Cómo puedes encontrar placer alguno en ello?
- Es sencillo. Ninguna cosa es segura. Yo he clavado puñales. Tú llevas aún uno clavado, mío. Pero a mí también me han acuchillado. Y tú ya has lanzado tus dagas.
- Yo no he lanzado nada.
- ¿Cómo que no? Si cada vez que te veo noto el acero. A veces me agrada el sabor de la sangre, pero otras todo sabe horrible. La inmovilidad. No poder avanzar y no querer huir. ¿Has visto alguna vez un guerra de posiciones? Pues así se desarrolla todo esto. Un frente abierto que nunca cambia, donde sólo hay desgaste y tropas de refresco. Una y otra vez. Hasta el fin.
https://www.youtube.com/watch?v=iy2exT1exkU
martes, 10 de noviembre de 2015
El regreso
- Hola. ¿Donde has estado? Han pasado un par de semanas desde la última vez. Ya creía que no volverías.
- No he podido venir. Lo siento.
- ¿Por qué? Soy yo el que viene aquí. Nadie me obliga a nada. Es cierto que se echa de menos el que aparezcas, pero así son las cosas. ¿Qué has estado haciendo?
- He intentado alejarme de todo. Necesito reordenar mis ideas, y seguir adelante. Aunque supongo que dos semanas no han sido suficientes. ¿Qué has hecho tú?
- Comprendo... Bueno, yo me venía aquí y me ponía a pensar. Aunque debo decir que no ha sido agradable. La ausencia se notaba demasiado, ¿sabes? A veces me acercaba al río, y escuchaba el rumor del agua. Pero me sobrecogía y tenía que irme. Toda esta situación es demasiado compleja y extraña como para que sea real. Y, sin embargo, lo es. Tengo una cierta dependencia a tu figura, cuando ya debería haber salido corriendo sin echar la vista atrás.
Pausa.
- No sé cómo terminará todo, es la verdad, y, sin embargo, guardo la certeza de que el que seamos dos incógnitas, nos dejará en esta deriva. Hay cosas que nunca cambian.
- Has venido en un mal momento. Has elegido un tiempo equivocado. En el pasado elegiste un método erróneo. Tal vez esos fallos te hagan actuar mejor en otra ocasión. Valoro el hecho de que vengas, y lo que dices. Que te muestres. Pero yo no puedo actuar de otra manera. No puedes sustituir al tiempo.
- Lo sé. Lo que ocurre es que, dentro de esta celda que soy yo, tengo que luchar con lo que tenga. Hasta que cambie algo o todo se desmorone.
- No he podido venir. Lo siento.
- ¿Por qué? Soy yo el que viene aquí. Nadie me obliga a nada. Es cierto que se echa de menos el que aparezcas, pero así son las cosas. ¿Qué has estado haciendo?
- He intentado alejarme de todo. Necesito reordenar mis ideas, y seguir adelante. Aunque supongo que dos semanas no han sido suficientes. ¿Qué has hecho tú?
- Comprendo... Bueno, yo me venía aquí y me ponía a pensar. Aunque debo decir que no ha sido agradable. La ausencia se notaba demasiado, ¿sabes? A veces me acercaba al río, y escuchaba el rumor del agua. Pero me sobrecogía y tenía que irme. Toda esta situación es demasiado compleja y extraña como para que sea real. Y, sin embargo, lo es. Tengo una cierta dependencia a tu figura, cuando ya debería haber salido corriendo sin echar la vista atrás.
Pausa.
- No sé cómo terminará todo, es la verdad, y, sin embargo, guardo la certeza de que el que seamos dos incógnitas, nos dejará en esta deriva. Hay cosas que nunca cambian.
- Has venido en un mal momento. Has elegido un tiempo equivocado. En el pasado elegiste un método erróneo. Tal vez esos fallos te hagan actuar mejor en otra ocasión. Valoro el hecho de que vengas, y lo que dices. Que te muestres. Pero yo no puedo actuar de otra manera. No puedes sustituir al tiempo.
- Lo sé. Lo que ocurre es que, dentro de esta celda que soy yo, tengo que luchar con lo que tenga. Hasta que cambie algo o todo se desmorone.
domingo, 8 de noviembre de 2015
La batalla
Cambian los
campos,
ayer de flores,
hoy de plomo,
mañana, quizá,
de nada.
Reclutado por
fuerza,
yo no quiero
jugar
a la ruleta rusa,
pues todas esas
balas
llevan mi nombre.
Agachado en la
trinchera,
esperando,
aquí las bombas
estallan
sin detonarse.
Cobarde que odia
la deserción,
fiero,
mantiene las
líneas
de la
destrucción.
Y las ráfagas
dibujan
una enorme M,
metralla de
castigo
sobre el pelotón.
Ejército de
sonrisas
en los
cementerios,
ya no cabe ningún
frágil
armisticio.
Y el eco retumba,
quizá sea el
único
que recuerda
todo aquello que
se llevó el
olvido.
Finalista en I Premio Nacional de Poesía Villa de Madrid, de la AEPE.
miércoles, 4 de noviembre de 2015
Al pie del cerezo
Sus ojos
se humedecieron cuando se encontró frente al viejo cerezo. Al pie
del árbol había enterrado sus recuerdos, de cuando conoció a M y
habló con ella. En una caja de cartón, ahí cabían todos.
Cogió
la pala, y comenzó a excavar. Aún sabía el lugar exacto. La flor
del cerezo estaba en su apogeo. Igual que aquel día. La encontró
por casualidad y se quedó prendado. Lo intentó. Intentó acercarse
a ella. Pero eso no siempre es posible. Lo extraño de todo es que
lloró ella, no él. Una daga de doble filo, el amor.
Paró de
excavar. Sacó la caja y la abrió. Sonrió con amargura y se fue. No
había nada.
Seleccionado en II Concurso Internacional de Microcuentos, de la editorial Talento Comunicación.
lunes, 2 de noviembre de 2015
Para nadie
La aurora no aparece,
me acostumbré
a la noche del destructor,
unas manos que rompen
todo lo que construyen.
No conservo el eco,
nada susurra ya,
habré olvidado la dicha
en el tercer barranco;
allí donde arrojo
lo que nunca hago.
No quiero ser ni
permanecer, diluir
todas las huellas,
pues mi impronta
es señal de ruina.
Aquellos que no ven
las barreras, ¡cuidado!,
entrar es la muerte;
salir, la memoria.
Si buscas, encontrarás
imperios de pesadilla,
sueños de cartón
y la furia del solitario.
No todos ven la puerta,
inocentes que observan
la ventana de sus vidas;
esto no es un juego,
aunque se acabe la partida.
Si sobrevives al horror,
haré para ti un residuo,
hecho de tiempo y gloria,
forjado con sangre y calor.
Y si los cristales rajan
la piel que hay en tu cara,
dejaré que te lo lleves,
pues nada hay que perdure más.
No es el fuego, no, ni el agua;
ni el temblor de las piernas,
ni los gritos del placer, no,
lo que te llevarás es el recuerdo.
https://youtu.be/YjkyalaqrSo
me acostumbré
a la noche del destructor,
unas manos que rompen
todo lo que construyen.
No conservo el eco,
nada susurra ya,
habré olvidado la dicha
en el tercer barranco;
allí donde arrojo
lo que nunca hago.
No quiero ser ni
permanecer, diluir
todas las huellas,
pues mi impronta
es señal de ruina.
Aquellos que no ven
las barreras, ¡cuidado!,
entrar es la muerte;
salir, la memoria.
Si buscas, encontrarás
imperios de pesadilla,
sueños de cartón
y la furia del solitario.
No todos ven la puerta,
inocentes que observan
la ventana de sus vidas;
esto no es un juego,
aunque se acabe la partida.
Si sobrevives al horror,
haré para ti un residuo,
hecho de tiempo y gloria,
forjado con sangre y calor.
Y si los cristales rajan
la piel que hay en tu cara,
dejaré que te lo lleves,
pues nada hay que perdure más.
No es el fuego, no, ni el agua;
ni el temblor de las piernas,
ni los gritos del placer, no,
lo que te llevarás es el recuerdo.
https://youtu.be/YjkyalaqrSo
domingo, 1 de noviembre de 2015
Tragicomedia
Hay silencios que te muestran campos vacíos sobre tus pies, un lejano rumor que ensordece todas las demás voces. Imponente, carcome todo lo que existe, y te muestra la dureza del frío; una coraza hueca, cuando todas las flechas resbalaban ante otros invasores.
Hay silencios que muestran más que las palabras; crudos, ponzoñosos. Te enseñan que hay un límite en tus pasos, que a tu alrededor sólo puede crecer un brote, nada más.
Hay silencios que desangran, pues al filo de la navaja corta todo, incluso cuando sabes que se apagaron las luces.
Y es que los brazos abarcan mucho, aunque las manos no sientan calor. Perdí mi lugar, no el propósito; como un teatrillo itinerante que no se detiene en ningún sitio pero sabe cuál es su función.
No me reconozco en los ojos de la multitud; siendo sin ser parte de nada, participando con un rol de tercera, ya ni siquiera aspiro a ser protagonista en esta obra macabra.
Y no hay ningún sitio para mí allá afuera, donde la careta del personaje es horrible; y sus gustos, exigentes. Tal vez, algún día, se logre finalizar bien esta tragicomedia.
Hay silencios que muestran más que las palabras; crudos, ponzoñosos. Te enseñan que hay un límite en tus pasos, que a tu alrededor sólo puede crecer un brote, nada más.
Hay silencios que desangran, pues al filo de la navaja corta todo, incluso cuando sabes que se apagaron las luces.
Y es que los brazos abarcan mucho, aunque las manos no sientan calor. Perdí mi lugar, no el propósito; como un teatrillo itinerante que no se detiene en ningún sitio pero sabe cuál es su función.
No me reconozco en los ojos de la multitud; siendo sin ser parte de nada, participando con un rol de tercera, ya ni siquiera aspiro a ser protagonista en esta obra macabra.
Y no hay ningún sitio para mí allá afuera, donde la careta del personaje es horrible; y sus gustos, exigentes. Tal vez, algún día, se logre finalizar bien esta tragicomedia.
Apolo y Dioniso se dan la mano
Me encontré a Dioniso junto con Apolo, en un terreno de nadie, donde la gente se mueve polarizada. Señalan que hay cosas que no pueden complementarse, que los vicios mundanos no tienen cabida en el placer intelectual.
Yo hice caso omiso, y les abrí mis brazos a ambos. No me quedo en el rincón, me muevo entre los espectros, entre las gamas de colores; y observo. Compartir amistad entre tribus urbanas irreconciliables, asomar la cabeza a las puertas del coma, sin por ello perder mi identidad o mi prudencia. Me he sentado con personas con la seriedad por bandera, y otras que traspasan los límites de la locura.
Quizá mi acierto, o mi error, es que no me acerco demasiado a esos pozos, y me quedo con una dosis moderada. No sentiré a flor de piel los extremos de esas acciones, o de las emociones ligadas a ellas, pero no lo considero negativo; un exceso de algo, unido a la carencia de su contrapeso, lleva a la perdición.
Y lo sé porque el odio no activa ningún resorte en mi cabeza.
Yo hice caso omiso, y les abrí mis brazos a ambos. No me quedo en el rincón, me muevo entre los espectros, entre las gamas de colores; y observo. Compartir amistad entre tribus urbanas irreconciliables, asomar la cabeza a las puertas del coma, sin por ello perder mi identidad o mi prudencia. Me he sentado con personas con la seriedad por bandera, y otras que traspasan los límites de la locura.
Quizá mi acierto, o mi error, es que no me acerco demasiado a esos pozos, y me quedo con una dosis moderada. No sentiré a flor de piel los extremos de esas acciones, o de las emociones ligadas a ellas, pero no lo considero negativo; un exceso de algo, unido a la carencia de su contrapeso, lleva a la perdición.
Y lo sé porque el odio no activa ningún resorte en mi cabeza.
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