"¡No acordarme! Eres parte de mi existencia, de mí mismo. Has estado
presente en cada una de las líneas que he leído, desde que vine aquí, un
vulgar y tosco pobrecillo cuyo corazón heriste ya entonces. Has estado
presente en cada proyecto desde aquel día, en el río, en las velas de
los barcos, en los marjales, en las nubes, en la luz, la oscuridad, el
viento, los bosques, el mar, las calles. Has encarnado cada fantasía con
la que mi mente ha tropezado. No son más reales las piedras de las que
están hechos los más recios edificios de Londres, ni tendrías mayor
dificultad en desplazarlos con la mano de lo que han sido y seguirán
siendo para mí tu presencia y tu influencia, allí y en todo lugar.
Estella, hasta el último instante de mi vida no podrás sino ser parte de
mi carácter, parte de lo poco que de bueno hay en mí, parte de lo que
de malo llevo."
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