El amor no se deja engañar
por las trampas del Tiempo.
Aunque los labios y mejillas rosados
al alcance de su curvada hoz lleguen…
El amor no se altera
con sus breves horas y semanas,
sino que lo resiste incluso
hasta el filo del juicio.
Si esto es falso y me lo demuestran,
nunca escribí, ni ningún hombre nunca amó.
William Shakespeare.
No hay comentarios:
Publicar un comentario