Sobre el fondo rojizo se distinguen las formas oscuras de los árboles, en un lugar donde las llamas que prenden los rastrojos se apagaron hace tiempo.
Una mochila con veinte piedras, sujetada en la espalda, imposible de quitar. Ella sabe que durante unos días, no se nota, pero a pesar del poco peso, a veces las piedras tiran de ella hacia abajo, cuando la energía sufre alguna oscilación negativa.
De vez en cuando musita alguna plegaria, una canción, cuya letra olvidó en la inmensidad de los problemas. Sabe que las únicas manos capaces de dibujar el camino son las suyas, y no las de algún Dios mudo escondido en la hipocresía del lobo. Y eso le alegra. Porque en las paredes en blanco puede levantar los intentos fallidos con sonrisas de colores.
Alguien se llevó el mes de Abril y dejó aquí una obra de arte inacabada, una ilusión, y un poema desconfigurado.
La hilera blanca
de tu rostro
desgarró la piel
de las sombras.
Sangre roja, azul,
qué más da,
qué más da,
si ya me has pintado.
Tus ojos hacen juego
con mi cabeza,
negro amargo,
penumbra dulce.
No debes abrir esta
caja sin sorpresa,
donde nadie nunca
supo conocer nada.
Coge mejor el día,
y sobre tu caballete
coloca tu bella curva
y colorea el mundo de ti.
Feliz cumpleaños, María Sancambro :)
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