El AP025 era una sustancia creada para
borrar del cerebro los malos recuerdos. Concebida para perpetuar la
felicidad, su uso fue extendiéndose a todo el planeta, siendo su
consumo habitual.
Esto desplazó a otras sustancias como
el alcohol, las drogas de diseño o la marihuana, puesto que el AP025
no creaba adicción ni tampoco efectos secundarios. Podía ser tomada
a diario sin más efectos que el borrado parcial de la memoria.
Juan también usaba dicha sustancia. Un
día, se encontró a una mujer en la parada del bus. Empezó a
sentirse extraño; no mal, sino de una forma rara. No la recordaba,
pero sabía que conocía a aquella mujer. Y si no sabía quién era
se debía a que formaba parte de un mal recuerdo.
Sin embargo, tenía ganas de conocerla.
Le llamaba la atención. No importaba que antes hubiera ido mal. Se
acercó a ella, y la saludó. Ella, con voz cantarina, le respondió.
- ¿Quién eres? ¿Nos conocemos?
- No. Creo que no. Aunque me gustaría.
¿Te apetecería un café?
- Esto es extraño... Pero bueno, vale.
Acepto.
Aquel día no se tomó el AP025. Ni el
siguiente.
Microrrelato seleccionado en V Concurso de Narrativa "Ciencia Ficción", de Letras con Arte.
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