¿Conocen
esa sensación de querer alcanzar algo y no poder obtenerlo nunca?
Pues así me sentía yo con ella. Deseaba tocarla, envolverla con mi
humedad, y, lo peor es que no sabía por qué. Nunca habíamos
hablado antes. Cierto es que este poderoso sentimiento no ocurría
cada día.
Verán,
ella era bastante voluble. Unos días iba completamente vestida,
otros, enseñando algo, y, cuando se mostraba desnuda, ahí, yo caía
en su hechizo. Llena de luz, de geometría perfecta, así era. Yo
invocaba al viento y al rayo, pero nunca me elevaba lo suficiente. Y
sigo sin lograrlo.
Microrrelato seleccionado en el concurso "Pasiones", de Letras con Arte.
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