- ¿Por
qué no te gusta la playa? - Preguntó, extrañada.
Se quedó
en silencio un rato, y, al fin, contestó.
- Llevo
mucho tiempo viendo el mar. Unas torres de agua gigantescas que me
buscan y me ahogan siempre. Y por la noche es peor, mucho peor. Miro
al horizonte y, aunque hay un faro luminoso, todos los barcos se
hunden ante mi mirada. Escucho las voces, los gritos, y no puedo hacer
nada. Es todo precioso, lo sé. Esa vista. El sonido de las olas
chocando en la orilla. Pero yo, me desespero.
- ¿Pero
qué dices? ¿Cuando has ido tú al mar?
Microrrelato seleccionado en el concurso "Tema Libre II", de Letras con Arte.
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