Hoy me ha dado ganas de ir a ver a Caperucita Roja. He quedado con ella en el bosque, y el lobo ha aparecido también. Nos hemos comido lo que llevaba en la cesta para su abuelita. Total, no creo que se lo vaya a comer tal y como está. También se ha presentado el leñador con unas cervezas, y el lobo parece ser que no aguanta el alcohol, y se ha quedado frito. Cosas que pasan. Creo que no le gusto a la abuela de Caperucita; cada vez que me ve, dice que me tiene bien enfilado. No sé qué querrá decir, pero nada bueno, seguro.
Después de haber rebajado la comilona, me fuí con Caperucita al cine. Han abierto uno al lado de su casa, que se están cargando el bosque, dice, algo sobre especulación urbanística. Y que le quieren comprar la casa. No sabe qué hacer, la pobre. Me cuenta que han desahuciado a la familia Gretel, y que la Cenicienta lidera un movimiento llamado la PAH. Y yo pienso: Lo que han cambiado las cosas.
PD: Disculpadme si me he cargado vuestra infancia.
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