Ya he llegado al final de una carrera donde la movilidad de mis piernas no importaba nada. Tampoco tenía impacto alguno el tener una buena moto o girar bien en las curvas a toda velocidad. Aquí entraban en juego otros factores. Las relaciones, el cerebro, el bienestar emocional.
Y es que hace falta valentía para dejar atrás aquellas etapas que tuvimos que abandonar. Dejar la puerta cerrada y ver que existen muchas ventanas a veces no es tan sencillo. El sentimiento que atraviesa los rincones no suele ser el adecuado, y veo enemigos en las sombras que existen. Sé que me equivoco y que no se pueden desandar los errores, sólo aprender de ellos.
Me he levantado y he visto detrás de una lux aeterna una mano en la que aferrarme, junto a otros pilares que no siempre están pero que nunca desaparecen. Y sé que ahora, alcanzar otro peldaño no me dará lo que busco, aunque reconozco que ayuda. Nada es fácil y lo difícil no ha llegado todavía.
Permaneceré luchando, con espadas que no cortan, contra enemigos que no fallan. Sé que venceré.
Para Ana Belén, muchas felicidades :3
Palabras clave: Valentía, sentimiento y velocidad.
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