Cogeré un coche esta noche, y me marcharé a las horas pasadas. Muchas caras aparecerán, y me recordarán momentos amargos, tragos difíciles de pasar. Sobre la mesa, podrán platos repletos de errores y una sonrisa burlona que dispare justo en el pecho.
Pero no importa, somos lo que hemos hecho de nosotros mismos. Tiraré la primera piedra si hay que reconocer la imperfección, el límite insano de la equivocación.
Alguien cercano me dijo que lamentaba haber hecho muchas cosas, que si pudiera volver atrás las cambiaría. Tuve que decirle que si él era así, se debía a todas sus acciones. Incluidas esas. Y que seguramente el haber sido así, provocaba que ahora fuese distinto.
Y, ¿saben qué? Terminó aceptándolo. No hay vuelta atrás. Sólo tratar de ser mejores con el paso del tiempo.
https://youtu.be/_OnP2MGyuis
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