Me ronda un águila
cuando cierro los ojos,
si los abro, un planetario
que nunca vi, amanece.
Siento a veces unas
manos que no son mías
acariciando mi piel,
y el corazón salta,
y el techo se nubla.
Siento que a veces
no pertenezco a este lugar,
y un cuerpo que no es el mío
recorre bosques milenarios,
recorre hielo y espina.
Siento que soy una canción
que nadie ha cantado,
que nadie ha entendido,
y eso me asusta y emociona
al final del día.
Me ronda un águila,
es cierto, ahí seguirá.
Se apagarán estrellas
que nunca vi,
mil flores cuyo olor
desconozco se marchitarán,
y voces que nunca escuché
me hablarán tal como hacen hoy.
Yo seguiré siendo agua en Hattin.
Para Iria.
Bienvenido a un mundo tan abstracto como lo que pasa por mi cabeza. Literatura rompecabezas que significa cualquier cosa menos la que es. O puede que veas la realidad.
jueves, 28 de diciembre de 2017
domingo, 17 de diciembre de 2017
Cae otro pétalo
La aguja no se detiene,
el corazón bombea
y el agua fluye,
por diques que solían
permanecer secos.
Tengo nuevas cicatrices
y más de un mar en calma,
tormentas que no terminan
y banderas que cayeron.
Me acerqué a un lucero
y terminé ardiendo,
de las cenizas no nació
la muerte, ni la nada,
sino un camino
que lleva a la utopía.
He fracasado, es cierto,
pero existen sonrisas
que llevan mi nombre,
palabras aderezadas
con mil momentos.
Me pidieron deseos
y sólo alcancé pedir
no perder a los míos,
pues la vela que apagas
es otro año que muere.
Aún no sé quién soy
aunque lo tenga más claro,
aunque haya tenido
que perderme en laberintos
y espejos, y guillotinas.
Aún tengo amor,
y las ganas de vivir
hacen chispas en las manos,
que Caronte aguarde
otro año más.
Yo me quedo.
el corazón bombea
y el agua fluye,
por diques que solían
permanecer secos.
Tengo nuevas cicatrices
y más de un mar en calma,
tormentas que no terminan
y banderas que cayeron.
Me acerqué a un lucero
y terminé ardiendo,
de las cenizas no nació
la muerte, ni la nada,
sino un camino
que lleva a la utopía.
He fracasado, es cierto,
pero existen sonrisas
que llevan mi nombre,
palabras aderezadas
con mil momentos.
Me pidieron deseos
y sólo alcancé pedir
no perder a los míos,
pues la vela que apagas
es otro año que muere.
Aún no sé quién soy
aunque lo tenga más claro,
aunque haya tenido
que perderme en laberintos
y espejos, y guillotinas.
Aún tengo amor,
y las ganas de vivir
hacen chispas en las manos,
que Caronte aguarde
otro año más.
Yo me quedo.
sábado, 9 de diciembre de 2017
Kimi no na wa
He hecho castillos de cristal con mis manos, y he forjado alianzas con mi más acérrimo enemigo, sólo que él aún no lo sabe. He enterrado bajo una tierra que no se hunde y que no tapa, mis sentimientos más voraces, la violencia del huracán y la furia de la bestia, que sólo quieren morder y absorber a su paso. He cerrado los ojos y me he dejado arrollar por los trenes que atraviesan mi vida, con lágrimas, sangre y náuseas. He tendido mi mano, una pieza temblorosa y sin esperanza, porque la tuya tiene aún más señas que la mía.
Abrí mi alma de par en par y mandé ejércitos enteros, que cayeron derrotados ante un simple espejismo en el desierto. Ahora abro mi corazón, y, aunque nunca ganaré batalla alguna, mientras te tenga al lado no necesito triunfar en esta guerra que otros libran.
Tuve ante mí lo que andaba buscando, y me perdí en otras pieles, en otras almas. Ahora que lo he encontrado, seguirá siendo así, pero los laberintos se bifurcan y acabamos llegando a un final que no esperamos. Mi espada está hecha de papel, y mi escudo de arena. Sin embargo, las manos que los sujetan, se fabricaron con los años que pasaron a través de nosotros. Y eso no se puede romper, ni quebrar. Como tampoco se tuerce mi sonrisa cuando hablas.
Es verdad que puedo llegar a matar monstruos por ti, de hecho, aún me enfrento a los que conviven conmigo. No obstante, lo que más llegaré a hacer son muros de palabras frente a aquellos que quieran dañarte. Si para ti no existen los tréboles de cuatro hojas, yo fabricaré con mis manos corazas de tinta. Si piensas que los puentes sobre los que caminas acabarán por pudrir la madera, entonces tallaré para ti un tobogán de besos para que la caída sea más suave. Si crees que tus barcos encallarán en las rocas del hastío y la desesperación, haré un salvavidas con mis abrazos, y te llevaré a un lugar más seguro.
Muévete, estira el hilo, hagas lo que hagas me llegan tus vibraciones, y tus emociones pasan a través de páramos desolados, de bosques florecientes. Incluso si mi voz no te alcanza, incluso si mi figura no se refleja en tus ojos, seguiré estando a tu lado. Hasta que olvide tu nombre.
Y, ese dia, preguntaré por él.
https://youtu.be/TPmvTGvhHas
Abrí mi alma de par en par y mandé ejércitos enteros, que cayeron derrotados ante un simple espejismo en el desierto. Ahora abro mi corazón, y, aunque nunca ganaré batalla alguna, mientras te tenga al lado no necesito triunfar en esta guerra que otros libran.
Tuve ante mí lo que andaba buscando, y me perdí en otras pieles, en otras almas. Ahora que lo he encontrado, seguirá siendo así, pero los laberintos se bifurcan y acabamos llegando a un final que no esperamos. Mi espada está hecha de papel, y mi escudo de arena. Sin embargo, las manos que los sujetan, se fabricaron con los años que pasaron a través de nosotros. Y eso no se puede romper, ni quebrar. Como tampoco se tuerce mi sonrisa cuando hablas.
Es verdad que puedo llegar a matar monstruos por ti, de hecho, aún me enfrento a los que conviven conmigo. No obstante, lo que más llegaré a hacer son muros de palabras frente a aquellos que quieran dañarte. Si para ti no existen los tréboles de cuatro hojas, yo fabricaré con mis manos corazas de tinta. Si piensas que los puentes sobre los que caminas acabarán por pudrir la madera, entonces tallaré para ti un tobogán de besos para que la caída sea más suave. Si crees que tus barcos encallarán en las rocas del hastío y la desesperación, haré un salvavidas con mis abrazos, y te llevaré a un lugar más seguro.
Muévete, estira el hilo, hagas lo que hagas me llegan tus vibraciones, y tus emociones pasan a través de páramos desolados, de bosques florecientes. Incluso si mi voz no te alcanza, incluso si mi figura no se refleja en tus ojos, seguiré estando a tu lado. Hasta que olvide tu nombre.
Y, ese dia, preguntaré por él.
https://youtu.be/TPmvTGvhHas
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