Quise regalarte
un castillo escocés
porque eres inmensa,
pero no soy ningún noble.
Quise regalarte
un palacio perdido
porque eres un lujo,
pero no soy ningún rey.
Quise regalarte
la luna y sus estrellas
porque brillas igual,
pero no soy un Dios.
Quise regalarte
los ríos y los bosques
y perderme en ti
y tú en ellos,
pero no soy la Madre.
Quise regalarte
una vida eterna, y
que enamorases al mundo,
pero no soy el demonio.
Quise regalarte
tantas cosas, tantos besos,
tantas olas, tantas dichas,
pero no soy omnipotente.
Por eso te regalo esto,
lo que significas para mí,
lo que creas sin saberlo,
porque, al menos, soy yo.
Y tú estás aquí.
Bienvenido a un mundo tan abstracto como lo que pasa por mi cabeza. Literatura rompecabezas que significa cualquier cosa menos la que es. O puede que veas la realidad.
sábado, 29 de septiembre de 2018
martes, 25 de septiembre de 2018
Transiciones
Hoy puedo ver las
estrellas desde casa,
mientras el viento
del norte trae tu voz.
Te deslizas entre
mis ojos, sigilosa,
y llevas contigo el brillo
que no surca el cielo.
Me desato y me adentro,
hay palabras que
una vez dichas no tienen
retroceso alguno.
Y yo miro a la muerte
de frente, acobardado,
y me pregunto si
esta guerra la firmamos.
Ahora todo es una chispa,
una mota de polvo,
pero sé que arderán almenas,
que se moverán las fichas.
Pero antes de que empiecen
las balas a volar,
debes saber que eres fuego,
magia que salva el mundo.
No creo en el destino,
pero creo en ti, en tu risa,
en tu voz cambiante
y tus danzas mortales.
Ya lo ves, me siento
en la oscuridad, bajo el frío,
y es en ti en quien pienso
cuando brotan las emociones.
Eres la sombra que crece,
el árbol que madura,
la flor que asombra
y la alegría que embarga.
Eres la tinta en mis venas.
estrellas desde casa,
mientras el viento
del norte trae tu voz.
Te deslizas entre
mis ojos, sigilosa,
y llevas contigo el brillo
que no surca el cielo.
Me desato y me adentro,
hay palabras que
una vez dichas no tienen
retroceso alguno.
Y yo miro a la muerte
de frente, acobardado,
y me pregunto si
esta guerra la firmamos.
Ahora todo es una chispa,
una mota de polvo,
pero sé que arderán almenas,
que se moverán las fichas.
Pero antes de que empiecen
las balas a volar,
debes saber que eres fuego,
magia que salva el mundo.
No creo en el destino,
pero creo en ti, en tu risa,
en tu voz cambiante
y tus danzas mortales.
Ya lo ves, me siento
en la oscuridad, bajo el frío,
y es en ti en quien pienso
cuando brotan las emociones.
Eres la sombra que crece,
el árbol que madura,
la flor que asombra
y la alegría que embarga.
Eres la tinta en mis venas.
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