Cogeré un coche esta noche, y me marcharé a las horas pasadas. Muchas caras aparecerán, y me recordarán momentos amargos, tragos difíciles de pasar. Sobre la mesa, podrán platos repletos de errores y una sonrisa burlona que dispare justo en el pecho.
Pero no importa, somos lo que hemos hecho de nosotros mismos. Tiraré la primera piedra si hay que reconocer la imperfección, el límite insano de la equivocación.
Alguien cercano me dijo que lamentaba haber hecho muchas cosas, que si pudiera volver atrás las cambiaría. Tuve que decirle que si él era así, se debía a todas sus acciones. Incluidas esas. Y que seguramente el haber sido así, provocaba que ahora fuese distinto.
Y, ¿saben qué? Terminó aceptándolo. No hay vuelta atrás. Sólo tratar de ser mejores con el paso del tiempo.
https://youtu.be/_OnP2MGyuis
Bienvenido a un mundo tan abstracto como lo que pasa por mi cabeza. Literatura rompecabezas que significa cualquier cosa menos la que es. O puede que veas la realidad.

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sábado, 2 de enero de 2016
viernes, 11 de diciembre de 2015
El fin de los días
- He visto crecer una rosa en la zona del desierto. ¿Tiene algo que ver contigo?
- Es posible.
- Si fueses tú la causante, sería un gran regalo.
- ¿Y eso por qué?
- Porque detendrías el avance del desierto. Y tú serías cada vez más tú, y no lo que hace de ti el yermo.
- Piensas que el bosque te dejará pasar si eso ocurre.
- Es una de las razones, sí. Pero eso sólo es una esperanza. No es el motivo real. Realmente me gustaría ver crecer flores en la arena. Verte brillar a través de las zonas más impenetrables del bosque.
- ¿Y cómo sé que no quieres sólo intentar entrar?
- Porque ya hay algo en marcha. Algo que no podrás parar. Verás, te contaré una adivinanza, es posible que te ayude. "Cuando renazca de nuevo el fin de los días, y sus hijos hayan dado los primeros llantos; un hombre llamará a tu puerta y te dirá que aunque la espera sea larga, aquellos que quieren algo, moverán tierra, mar y aire para conseguirlo. Y que no importa el esfuerzo, si la medida del tiempo son las sonrisas que te arranca. Entonces te dará algo que no imaginabas: Un reloj de arena congelado".
https://youtu.be/4b2vfg_XoRk
- Es posible.
- Si fueses tú la causante, sería un gran regalo.
- ¿Y eso por qué?
- Porque detendrías el avance del desierto. Y tú serías cada vez más tú, y no lo que hace de ti el yermo.
- Piensas que el bosque te dejará pasar si eso ocurre.
- Es una de las razones, sí. Pero eso sólo es una esperanza. No es el motivo real. Realmente me gustaría ver crecer flores en la arena. Verte brillar a través de las zonas más impenetrables del bosque.
- ¿Y cómo sé que no quieres sólo intentar entrar?
- Porque ya hay algo en marcha. Algo que no podrás parar. Verás, te contaré una adivinanza, es posible que te ayude. "Cuando renazca de nuevo el fin de los días, y sus hijos hayan dado los primeros llantos; un hombre llamará a tu puerta y te dirá que aunque la espera sea larga, aquellos que quieren algo, moverán tierra, mar y aire para conseguirlo. Y que no importa el esfuerzo, si la medida del tiempo son las sonrisas que te arranca. Entonces te dará algo que no imaginabas: Un reloj de arena congelado".
https://youtu.be/4b2vfg_XoRk
jueves, 3 de diciembre de 2015
Dos mujeres (II)
II
Aún veo las huellas,
y ni aún así dejo
de buscar atrás,
esperando ilusiones.
No conozco a mi musa,
se largó antes de verme,
sus campos de batalla se
libran fuera de aquí.
Yo la persigo, cruel utopía,
me deja rastros, canciones,
y a mí me salen palabras,
allí donde antes era humo.
Nos saludamos, extraños,
ella busca rehacerse,
yo busco su vacío,
nunca nos tocaremos.
Soy un imán con el mismo
polo para todos, la daga,
guardo la pureza roja
bajo la manga de mi sonrisa.
Dibujo en los espejos,
así no rompo ninguno,
y es que destroza ver el
rostro de una mala estrella.
Quebrado, como los trozos
de esperanza del piso,
mantengo en pie los
puentes que se alzaron.
Viviendo en la periferia
de sus pensamientos,
me harté de tragar barro
y detener la sangre.
No soy de ella, pertenezco
a la ruina, hijo del olvido,
bebo para recordar, y sueño
para borrar mi memoria.
Aún así la veo, riendo,
en los límites de la locura,
sobre el precipicio que
jamás podré saltar.
domingo, 8 de noviembre de 2015
La batalla
Cambian los
campos,
ayer de flores,
hoy de plomo,
mañana, quizá,
de nada.
Reclutado por
fuerza,
yo no quiero
jugar
a la ruleta rusa,
pues todas esas
balas
llevan mi nombre.
Agachado en la
trinchera,
esperando,
aquí las bombas
estallan
sin detonarse.
Cobarde que odia
la deserción,
fiero,
mantiene las
líneas
de la
destrucción.
Y las ráfagas
dibujan
una enorme M,
metralla de
castigo
sobre el pelotón.
Ejército de
sonrisas
en los
cementerios,
ya no cabe ningún
frágil
armisticio.
Y el eco retumba,
quizá sea el
único
que recuerda
todo aquello que
se llevó el
olvido.
Finalista en I Premio Nacional de Poesía Villa de Madrid, de la AEPE.
viernes, 25 de septiembre de 2015
Sed
La vieja le dio un cuenco de agua. Él, sediento, bebió con avidez, pero cuando hubo bajado el frío líquido por el gaznate, dejó de beber. Sabía fatal. Tenía un regusto a metal, a ruina.
- No beberé más. Gracias.
- Sabes que eso es mentira.- Respondió la vieja.- Querrás más.
Los ojos se cerraron, cansados, y se durmió en la cama. Una playa donde una chica corría tras las olas. Un sol que nunca había visto. La timidez apretando la garganta, frente a frente con la belleza de lo desconocido. No fue tras ella. Ya sabía lo que iba a pasar. La marea siempre arrastra el optimismo.
El pelo le caía como una cascada de petróleo sobre unos blancos hombros desnudos. La veía correr, pero las olas siempre la alcanzaban. “No se puede escapar del destino”, pensaba él. “Es como esas olas, muchacha, da igual lo que intentes, siempre te arrastrarán.” Aún así, ella no perdía su sonrisa, y seguía corriendo, cayendo, y tragando agua salada. Él seguía mirando.
Ya estaba oscureciendo, y la chica del pelo negro se tumbó en una toalla, exhausta. Una lágrima cae sobre el rostro del vigilante. “Todo es igual”, se lamentó. “Nada cambia, sólo mis movimientos. Y están abocados al fracaso.” Él ya había estado allí antes, en aquella playa, con un sol distinto. Y también la había visto a ella. Aunque en esa ocasión se acercó a hablarle. Y el resultado fue una explosión de esperanza, que terminó por apagarse. Por eso ahora no hacía nada. Se limitaba a observar. Igual que se observa una flor que crece al borde de un precipicio.
Despertó. La garganta le picaba de la sed, y, debido a la pesadez del sueño, apenas se dio cuenta de que se había acercado a beber del cuenco de agua que sabía fatal. Calmó la sed, a un precio elevado. Dejó el cuenco al percatarse de ello.
- ¿Te lo dije? - Inquirió la vieja.- Sabía que volverías a beber. Todos le echamos un trago al dolor aunque no queramos. Aunque no nos demos cuenta...
- No beberé más. Gracias.
- Sabes que eso es mentira.- Respondió la vieja.- Querrás más.
Los ojos se cerraron, cansados, y se durmió en la cama. Una playa donde una chica corría tras las olas. Un sol que nunca había visto. La timidez apretando la garganta, frente a frente con la belleza de lo desconocido. No fue tras ella. Ya sabía lo que iba a pasar. La marea siempre arrastra el optimismo.
El pelo le caía como una cascada de petróleo sobre unos blancos hombros desnudos. La veía correr, pero las olas siempre la alcanzaban. “No se puede escapar del destino”, pensaba él. “Es como esas olas, muchacha, da igual lo que intentes, siempre te arrastrarán.” Aún así, ella no perdía su sonrisa, y seguía corriendo, cayendo, y tragando agua salada. Él seguía mirando.
Ya estaba oscureciendo, y la chica del pelo negro se tumbó en una toalla, exhausta. Una lágrima cae sobre el rostro del vigilante. “Todo es igual”, se lamentó. “Nada cambia, sólo mis movimientos. Y están abocados al fracaso.” Él ya había estado allí antes, en aquella playa, con un sol distinto. Y también la había visto a ella. Aunque en esa ocasión se acercó a hablarle. Y el resultado fue una explosión de esperanza, que terminó por apagarse. Por eso ahora no hacía nada. Se limitaba a observar. Igual que se observa una flor que crece al borde de un precipicio.
Despertó. La garganta le picaba de la sed, y, debido a la pesadez del sueño, apenas se dio cuenta de que se había acercado a beber del cuenco de agua que sabía fatal. Calmó la sed, a un precio elevado. Dejó el cuenco al percatarse de ello.
- ¿Te lo dije? - Inquirió la vieja.- Sabía que volverías a beber. Todos le echamos un trago al dolor aunque no queramos. Aunque no nos demos cuenta...
miércoles, 29 de abril de 2015
Yo creo que no
Dos gallos de pelea, cada uno en un rincón, sin ganas de dar guerra. La sonrisa cansada, frente a un golpe que recorre el cuerpo como un eco. Dudas que juegan al ajedrez, en un tablero que poco se parece al de la cordura, donde los reyes matan a sus reinas y se hacen seppuku.
No sé adonde lleva todo, ni siquiera aparece nada claro. Quizá deba desandar los pasos equivocados. Quizá deba empezar a hacer algo antes de que suba la marea y me coja aquí, desprevenido. No hacer nada también es un acto, pero que no aporta ninguna cosa satisfactoria.
¿Se pueden borrar las marcas que dejamos en los muros arruinados?
Yo creo no.
No sé adonde lleva todo, ni siquiera aparece nada claro. Quizá deba desandar los pasos equivocados. Quizá deba empezar a hacer algo antes de que suba la marea y me coja aquí, desprevenido. No hacer nada también es un acto, pero que no aporta ninguna cosa satisfactoria.
¿Se pueden borrar las marcas que dejamos en los muros arruinados?
Yo creo no.
viernes, 24 de abril de 2015
Colorea el mundo
Sobre el fondo rojizo se distinguen las formas oscuras de los árboles, en un lugar donde las llamas que prenden los rastrojos se apagaron hace tiempo.
Una mochila con veinte piedras, sujetada en la espalda, imposible de quitar. Ella sabe que durante unos días, no se nota, pero a pesar del poco peso, a veces las piedras tiran de ella hacia abajo, cuando la energía sufre alguna oscilación negativa.
De vez en cuando musita alguna plegaria, una canción, cuya letra olvidó en la inmensidad de los problemas. Sabe que las únicas manos capaces de dibujar el camino son las suyas, y no las de algún Dios mudo escondido en la hipocresía del lobo. Y eso le alegra. Porque en las paredes en blanco puede levantar los intentos fallidos con sonrisas de colores.
Alguien se llevó el mes de Abril y dejó aquí una obra de arte inacabada, una ilusión, y un poema desconfigurado.
La hilera blanca
de tu rostro
desgarró la piel
de las sombras.
Sangre roja, azul,
qué más da,
qué más da,
si ya me has pintado.
Tus ojos hacen juego
con mi cabeza,
negro amargo,
penumbra dulce.
No debes abrir esta
caja sin sorpresa,
donde nadie nunca
supo conocer nada.
Coge mejor el día,
y sobre tu caballete
coloca tu bella curva
y colorea el mundo de ti.
Feliz cumpleaños, María Sancambro :)
Una mochila con veinte piedras, sujetada en la espalda, imposible de quitar. Ella sabe que durante unos días, no se nota, pero a pesar del poco peso, a veces las piedras tiran de ella hacia abajo, cuando la energía sufre alguna oscilación negativa.
De vez en cuando musita alguna plegaria, una canción, cuya letra olvidó en la inmensidad de los problemas. Sabe que las únicas manos capaces de dibujar el camino son las suyas, y no las de algún Dios mudo escondido en la hipocresía del lobo. Y eso le alegra. Porque en las paredes en blanco puede levantar los intentos fallidos con sonrisas de colores.
Alguien se llevó el mes de Abril y dejó aquí una obra de arte inacabada, una ilusión, y un poema desconfigurado.
La hilera blanca
de tu rostro
desgarró la piel
de las sombras.
Sangre roja, azul,
qué más da,
qué más da,
si ya me has pintado.
Tus ojos hacen juego
con mi cabeza,
negro amargo,
penumbra dulce.
No debes abrir esta
caja sin sorpresa,
donde nadie nunca
supo conocer nada.
Coge mejor el día,
y sobre tu caballete
coloca tu bella curva
y colorea el mundo de ti.
Feliz cumpleaños, María Sancambro :)
domingo, 22 de marzo de 2015
No quieres...
No quieres saber lo que se esconde detrás de las palabras que dibujan la tarde, y es normal. No quieres conocer ni tampoco pringarte las manos con algo que te es ajeno, aunque estés metida de lleno. ¿Cómo puede ser que quieran manchar sonrisas? ¿Cómo es posible que quieran amurallar el gozo? No, claro que no, por eso no pisas los charcos aunque te lleguen por el cuello.
Seguirás diciendo lo hermosa que es la paz que hemos construido, ese cuento infantil mal escrito, mientras las balas te rozan la cara. Ninguna moraleja al final, ningún consejo, porque, ¿qué enseñanza puede dar algo que nunca está mal?
No importa, ¿verdad? Que tu propia mentira fagocite la verdad. Y qué más da, que todo explote, si para ti nada cambiará.
Seguirás diciendo lo hermosa que es la paz que hemos construido, ese cuento infantil mal escrito, mientras las balas te rozan la cara. Ninguna moraleja al final, ningún consejo, porque, ¿qué enseñanza puede dar algo que nunca está mal?
No importa, ¿verdad? Que tu propia mentira fagocite la verdad. Y qué más da, que todo explote, si para ti nada cambiará.
domingo, 8 de marzo de 2015
Siempre
Volví a los
vertederos grises,
me enterré
bajo la basura.
Me salté la
hora del descanso
para poder
seguir soñando.
Esos trastos que
ves por ahí
son mis soldados.
Esas cosas que
nadie quiere
son mis manos
y mis pensamientos.
Pero aún sigue
la esperanza
creyendo poder
reparar el caos.
Hay más humanidad
en los vidrios rotos
que en los corazones
de la gente.
Hay más calor
en las viejas cenizas
que en las sonrisas
de la falsedad.
Pero no importa,
siempre hay algo
que nos anima a
querer romper ventanas.
Siempre hay algo,
por efímero que sea,
que alegra el día,
que ilumina la noche.
Para Malena.
Palabras clave en poesía: Humanidad, esperanza y alegría.
vertederos grises,
me enterré
bajo la basura.
Me salté la
hora del descanso
para poder
seguir soñando.
Esos trastos que
ves por ahí
son mis soldados.
Esas cosas que
nadie quiere
son mis manos
y mis pensamientos.
Pero aún sigue
la esperanza
creyendo poder
reparar el caos.
Hay más humanidad
en los vidrios rotos
que en los corazones
de la gente.
Hay más calor
en las viejas cenizas
que en las sonrisas
de la falsedad.
Pero no importa,
siempre hay algo
que nos anima a
querer romper ventanas.
Siempre hay algo,
por efímero que sea,
que alegra el día,
que ilumina la noche.
Para Malena.
Palabras clave en poesía: Humanidad, esperanza y alegría.
viernes, 20 de febrero de 2015
Apuestas
Andar bajo la lluvia puede ser alentador, sobre todo si no tienes adonde ir. Caminar, caminar, y avanzar hacia una ciudad derruida, donde los destrozos cubren el pavimento, y los edificios parecen haber sido cortados con una espada en un corte diagonal.
Ustedes no saben lo que es ver la completa calma en movimiento. Coches destrozados, brisas de aire que se llevan la primavera lejos, y monstruos de nieve que buscan destrozarte con sus gélidos abrazos.
No sé si soy un perdedor, cuando en este momento solo estamos yo y la soledad. No sé si hago mal mis apuestas, jugándome lo único que me queda. Mi ropa, un libro, y una sonrisa. Si te atreves, ven, haz tu apuesta.
Ustedes no saben lo que es ver la completa calma en movimiento. Coches destrozados, brisas de aire que se llevan la primavera lejos, y monstruos de nieve que buscan destrozarte con sus gélidos abrazos.
No sé si soy un perdedor, cuando en este momento solo estamos yo y la soledad. No sé si hago mal mis apuestas, jugándome lo único que me queda. Mi ropa, un libro, y una sonrisa. Si te atreves, ven, haz tu apuesta.
jueves, 19 de febrero de 2015
Sombras
Lanzo aviones de papel sobre las murallas, y todos ellos llevan una palabra escrita. No sé quién los cogerá, ni siquiera sé si llegarán a alguna parte. Uno de ellos lleva dibujada una sonrisa, con la petición de que sea devuelta.
Es extraño que las sombras quieran hacer sonreir a alguien. Normalmente viven apartadas, hurañas, inconexas con el mundo que les rodea, andando en puzzles que no se forman nunca, y, sin embargo, formando parte de él, aunque nadie las note.
Todas viven adentro de cada uno de nosotros, unas más largas que otras. Hay algunas que casi no se manifiestan, que casi han preferido desaparecer, para darnos el control; hay otras que se hacen más y más grandes, fagocitándolo todo, y son a esas a las que hay que temer. Ustedes desconocen el poder que hay en ellas, lo sé, pero ellas no desconocen el vuestro, y harán todo lo posible por volver a lo que un día fueron.
Es extraño que las sombras quieran hacer sonreir a alguien. Normalmente viven apartadas, hurañas, inconexas con el mundo que les rodea, andando en puzzles que no se forman nunca, y, sin embargo, formando parte de él, aunque nadie las note.
Todas viven adentro de cada uno de nosotros, unas más largas que otras. Hay algunas que casi no se manifiestan, que casi han preferido desaparecer, para darnos el control; hay otras que se hacen más y más grandes, fagocitándolo todo, y son a esas a las que hay que temer. Ustedes desconocen el poder que hay en ellas, lo sé, pero ellas no desconocen el vuestro, y harán todo lo posible por volver a lo que un día fueron.
domingo, 22 de diciembre de 2013
Saltar
Es cierto eso de que la mejor máscara es la que te hace creer que es una cara de verdad. Y hacer un juego de malabares parece ser mi estilo, pero tú también tienes magia negra en tus manos, y también sabes esconderte detrás de un halo de aparente. Y si me vuelvo un fantasma, que sea aquel que recita cuentos al oído, junto a tu lado de la cama. Vamos a saltar a la piscina, y en el aire sentiremos el hormigueo de la vida fluyendo por nuestros cuerpos. Y las flores de los jardines se abrirán para nosotros, será primavera en los corazones, aunque ya haya llegado el frío invierno. Y si las tinieblas te atrapan, no te duermas con ellas, no te quedes sentada en la silla de los horrores, haz que brille la habitación con tu sonrisa.
Ubicación:
23170 La Guardia, Jaén, España
sábado, 30 de noviembre de 2013
Mi sueño
Sueño a
menudo el sueño sencillo y penetrante
de una mujer ignota que adoro y que me adora,
que, siendo igual, es siempre distinta a cada hora
y que las huellas sigue de mi existencia errante.
de una mujer ignota que adoro y que me adora,
que, siendo igual, es siempre distinta a cada hora
y que las huellas sigue de mi existencia errante.
Se vuelve
transparente mi corazón sangrante
para ella, que comprende lo que mi mente añora;
ella me enjuga el llanto del alma cuando llora
y lo perdona todo con su sonrisa amante.
para ella, que comprende lo que mi mente añora;
ella me enjuga el llanto del alma cuando llora
y lo perdona todo con su sonrisa amante.
¿Es morena
ardorosa? ¿Frágil rubia? Lo ignoro.
¿Su nombre? Lo imagino por lo blando y sonoro,
el de virgen de aquellas que adorando murieron.
¿Su nombre? Lo imagino por lo blando y sonoro,
el de virgen de aquellas que adorando murieron.
Como el de
las estatuas es su mirar de suave
y tienen los acordes de su voz, lenta y grave,
un eco de las voces queridas que se fueron...
y tienen los acordes de su voz, lenta y grave,
un eco de las voces queridas que se fueron...
Paul Verlaine
lunes, 25 de noviembre de 2013
Death
La muerte no es un esqueleto con túnica y capucha de color negro, portando una guadaña. Es la sorpresa y la certidumbre. La sonrisa extraña de una persona llena de vida a la que se le cortan los hilos que le sujetaban al resto de títeres. Es un día que se antoja normal y de repente se trastoca, como 'clic' en un interruptor. Un caos en las oficinas de la rutina. Una flor que se marchita en las salas de la sonrisa.
Aumentan los caudales de agua salada en los ríos, se desbordan, como un ejército de personas desconocidas entre sí que van a saludarse, y se dirigen al mismo lugar. Cenizas y sombras. Te arrancan de tu alrededor ramas del árbol al que estás acostumbrado ver, y el paisaje se trastoca. Es algo natural: Sabes que pasa. Que debe pasar. Pero, aún así, nunca piensas que te vaya a tocar a ti. Que la muerte es un mensajero que pulula por tu alrededor, y que tú no recibes sus cartas.
Aumentan los caudales de agua salada en los ríos, se desbordan, como un ejército de personas desconocidas entre sí que van a saludarse, y se dirigen al mismo lugar. Cenizas y sombras. Te arrancan de tu alrededor ramas del árbol al que estás acostumbrado ver, y el paisaje se trastoca. Es algo natural: Sabes que pasa. Que debe pasar. Pero, aún así, nunca piensas que te vaya a tocar a ti. Que la muerte es un mensajero que pulula por tu alrededor, y que tú no recibes sus cartas.
sábado, 12 de octubre de 2013
¿Soy o eres?
Soy el blanco
más oscuro,
residente del
imperio estelar,
regente de
tu otro lado.
Suenan disparos
distantes, lejos,
guerras frías y
muros berlinenses,
que son ajenos
a nosotros.
Eres más de hacer
estallar sonrisas,
que de lanzar
terribles torpedos.
Eres más de formar
burbujas unilaterales,
aún cuando todo al
rededor se desmorona.
No intentes dormirme,
esa magia no funciona,
quédate a mi lado
y tal vez me afecte.
No intentes controlar
el cauce de los ríos,
depende del caudal
y del nivel de mis aguas.
Lo que sí puedes,
es llenar de libros
esta biblioteca,
coloca tu firma
y te daré las letras.
más oscuro,
residente del
imperio estelar,
regente de
tu otro lado.
Suenan disparos
distantes, lejos,
guerras frías y
muros berlinenses,
que son ajenos
a nosotros.
Eres más de hacer
estallar sonrisas,
que de lanzar
terribles torpedos.
Eres más de formar
burbujas unilaterales,
aún cuando todo al
rededor se desmorona.
No intentes dormirme,
esa magia no funciona,
quédate a mi lado
y tal vez me afecte.
No intentes controlar
el cauce de los ríos,
depende del caudal
y del nivel de mis aguas.
Lo que sí puedes,
es llenar de libros
esta biblioteca,
coloca tu firma
y te daré las letras.
miércoles, 2 de octubre de 2013
Sorpresas
Fantasías que bailan con la esperanza a un baile de cojos, con música para sordos, y luces para ciegos. Se trata de una danza cuidadosa, donde el camino se traza lentamente, y se palpan los barrotes de las celdas. No sabes lo que hay tras las murallas hasta que no las atraviesas, y es por eso que los murmullos del agua dejaron paso a un eco estruendoso, en el que dos voces querían tocarse, y finalmente se fundieron en una sola. Una mano que se aferra a la otra, titubeante, hasta que ve la sonrisa en el rostro de la portadora, y es entonces cuando sabe que no importa si la mano se suelta: Ella estará ahí para impedir que caiga al vacío.
http://youtu.be/6Wg_JpVHkio
http://youtu.be/6Wg_JpVHkio
miércoles, 25 de septiembre de 2013
En la frontera
Bosque cerrado
de sombras,
solo un rayo
en la espesura,
y los ecos ríen
al poder viajar.
Caminaba con
la ninfa Galatea,
sobre piedras
frías y grises,
sobre cielos
blancos y azules.
Nos sentamos,
junto al
Gran Árbol,
donde hablamos,
y solo interrumpieron
torpes orangutanes.
Tiene Galatea
profundos ojos,
que invitan a
vagar a oscuras,
que llevan a valles
bellos y floridos.
Si ella habla,
es Dios que canta,
si ella calla,
es Luzbel que ruge.
El reloj gasta
rápido sus balas,
cuando otras
desenfunda lento,
y la hermosa ninfa
desaparece debajo
del agua cristalina,
diciendo: adiós,
adiós, adiós.
Y, en un último
suspiro silencioso,
echa la vista atrás,
y con su sonrisa
parece decir:
Hasta pronto,
misterioso paladín
de las palabras.
http://youtu.be/Bz8iEJeh26E
de sombras,
solo un rayo
en la espesura,
y los ecos ríen
al poder viajar.
Caminaba con
la ninfa Galatea,
sobre piedras
frías y grises,
sobre cielos
blancos y azules.
Nos sentamos,
junto al
Gran Árbol,
donde hablamos,
y solo interrumpieron
torpes orangutanes.
Tiene Galatea
profundos ojos,
que invitan a
vagar a oscuras,
que llevan a valles
bellos y floridos.
Si ella habla,
es Dios que canta,
si ella calla,
es Luzbel que ruge.
El reloj gasta
rápido sus balas,
cuando otras
desenfunda lento,
y la hermosa ninfa
desaparece debajo
del agua cristalina,
diciendo: adiós,
adiós, adiós.
Y, en un último
suspiro silencioso,
echa la vista atrás,
y con su sonrisa
parece decir:
Hasta pronto,
misterioso paladín
de las palabras.
http://youtu.be/Bz8iEJeh26E
jueves, 19 de septiembre de 2013
La doble M
Yo soy la doble
línea de la vida,
que separa la
abrumadora multitud,
una careta por rostro,
un silencio por respuesta.
No hables aquí,
tus palabras mueren,
ser extraño,
mientras dibujo
mi sonrisa de cristal.
Un fantasma inservible,
no veo otra cosa,
la frialdad avanza,
y desfigura mis muecas.
Sácame del foso y
llévame a casa,
por oscuras autopistas,
montados en un
océano sin techo.
No habrá desierto,
pero arderán mis
cálidos luceros,
al son de una
perdida melodía.
Y tal vez entonces,
se construya
un puente rojizo,
en el que se caiga
mi entrañable Bauta.
http://youtu.be/xM4Rldp9QWA
línea de la vida,
que separa la
abrumadora multitud,
una careta por rostro,
un silencio por respuesta.
No hables aquí,
tus palabras mueren,
ser extraño,
mientras dibujo
mi sonrisa de cristal.
Un fantasma inservible,
no veo otra cosa,
la frialdad avanza,
y desfigura mis muecas.
Sácame del foso y
llévame a casa,
por oscuras autopistas,
montados en un
océano sin techo.
No habrá desierto,
pero arderán mis
cálidos luceros,
al son de una
perdida melodía.
Y tal vez entonces,
se construya
un puente rojizo,
en el que se caiga
mi entrañable Bauta.
http://youtu.be/xM4Rldp9QWA
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