Bienvenido a un mundo tan abstracto como lo que pasa por mi cabeza. Literatura rompecabezas que significa cualquier cosa menos la que es. O puede que veas la realidad.

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domingo, 22 de diciembre de 2013
Saltar
Es cierto eso de que la mejor máscara es la que te hace creer que es una cara de verdad. Y hacer un juego de malabares parece ser mi estilo, pero tú también tienes magia negra en tus manos, y también sabes esconderte detrás de un halo de aparente. Y si me vuelvo un fantasma, que sea aquel que recita cuentos al oído, junto a tu lado de la cama. Vamos a saltar a la piscina, y en el aire sentiremos el hormigueo de la vida fluyendo por nuestros cuerpos. Y las flores de los jardines se abrirán para nosotros, será primavera en los corazones, aunque ya haya llegado el frío invierno. Y si las tinieblas te atrapan, no te duermas con ellas, no te quedes sentada en la silla de los horrores, haz que brille la habitación con tu sonrisa.
Ubicación:
23170 La Guardia, Jaén, España
jueves, 5 de diciembre de 2013
Salta
Sé que las manecillas del reloj son puntiagudas, tal vez porque desgarran el tiempo a cada paso que dan, incesantes, y cuando intentas detenerlas con la mano, éstas te cortan. Una fina herida que de lado a lado de la mano muestra un hilo de sangre que se escurre sobre la impermeabilidad de la piel. Gota a gota, el color rojo va golpeando en el suelo, y las hendiduras de la baldosa se van rellenando poco a poco, como un río espeso y lento que avanza sobre tierra y rocas.
No puedes detener nada, es cierto, la marea ya te arrastra y no puedes volver atrás. Las palabras que no se dicen se apagan en el fondo del mar, como bombillas que estallan en mitad de la noche. Pero, espera, si el ruido es constante, se dañarían tus oídos. Tal vez no escuches mi voz en mitad de la eterna tormenta, y el atolón sobre el que te encuentras solo llama a que saltes al vacío. Un fondo negro sobre el que solo se ven tus propios miedos. Y no es que yo no envíe ondas sonoras hacia tu cabeza, sino que los ríos de color púrpura amordazan mi boca y atan mis manos.
Aún así, podría decir que saltes. Salta. Que aunque la duda muerda, las cuerdas atenacen, el frío paralice, y la oscuridad ponga vendas a los ojos, yo estaré allí abajo para recogerte.
http://youtu.be/TXndFmaZkwQ
No puedes detener nada, es cierto, la marea ya te arrastra y no puedes volver atrás. Las palabras que no se dicen se apagan en el fondo del mar, como bombillas que estallan en mitad de la noche. Pero, espera, si el ruido es constante, se dañarían tus oídos. Tal vez no escuches mi voz en mitad de la eterna tormenta, y el atolón sobre el que te encuentras solo llama a que saltes al vacío. Un fondo negro sobre el que solo se ven tus propios miedos. Y no es que yo no envíe ondas sonoras hacia tu cabeza, sino que los ríos de color púrpura amordazan mi boca y atan mis manos.
Aún así, podría decir que saltes. Salta. Que aunque la duda muerda, las cuerdas atenacen, el frío paralice, y la oscuridad ponga vendas a los ojos, yo estaré allí abajo para recogerte.
http://youtu.be/TXndFmaZkwQ
viernes, 29 de noviembre de 2013
Cold water
Vamos a andar sobre los charcos. Se sentirá igual que pisotear el cielo. Humedad. Ligereza. Llegará un momento en que quieras saltar, no basta con tocar, necesitas sentir. Sentir que tu presencia se nota, salpicando alrededor. Que tus decisiones alcanzan otros puntos de tu diminuto mundo. Tira el paraguas a la carretera, las ideas deben empaparte por completo, no bloquees el flujo natural de las cosas. Si necesitas volar, solo extiende tus alas, la lluvia no impedirá que seas otro barquito más en la inmensidad del océano aéreo. Es extraño encontrarte aquí, en la ciudad, ¿sabes? Pareces haber venido de un lugar lejano, donde nada perturba la paz y la justicia es algo más que una palabra vacía, un lugar ajeno a la mano del hombre. Y aquí estás, en esta jungla de humo y hormigón, esperando a que llueva algo que no sea ácido para poder saltar en los charcos.
jueves, 24 de octubre de 2013
Nothing
Hoy no tengo nada sobre lo que escribir. Las palabras se agolpan sobre un estrecho callejón y no saben cómo reaccionar. Se revuelven, se colocan, inconexas, como una oración sin sentido alguno. No fluye tinta por mis venas, solo litros de alcohol y la desesperación de perder los pasos ganados, el terreno conseguido. Porque se avanza muy lentamente, pero todo se pierde demasiado deprisa. Tampoco quiero una guerra de trincheras, donde uno desangra al otro sin avanzar, con tierras de nadie, muertas, en el horizonte. ¿Es el paraíso lo que busco? Descansar en su mirada puede ser algo maravilloso, pero tan incierto que no sabes cómo conectar las letras. ¿Qué hacer? ¿Qué decir? Ando a ciegas por el filo de un barranco, puedo caer o salvarme. O quedarme así. Y, quizá, lo único que necesito sea una señal, porque disparo hacia delante, y el proyectil no se instala en ningún sitio. Solo el vacío llena el espacio que me separa de ti. Y es tan grande, que a veces pienso en saltar solo para ver si vienes a rescatarme.
Lo dicho. No sabía qué poner, y no he puesto nada.
"¿Qué es real? ¿Cómo defines lo real? Si estás hablando de lo que puedes sentir, lo que puedes oler, lo que puedes saborear y ver, entonces lo real son simplemente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro."
Lo dicho. No sabía qué poner, y no he puesto nada.
"¿Qué es real? ¿Cómo defines lo real? Si estás hablando de lo que puedes sentir, lo que puedes oler, lo que puedes saborear y ver, entonces lo real son simplemente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro."
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