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sábado, 28 de febrero de 2015

Experimentos

Ayer no pude dormir. Las pastillas no hacen efecto, y los sonidos de la noche se suceden como en una película de terror. Me salí de la cama y me monté en las nubes del otoño. Caí dentro de la niebla, donde las cosas se burlan de ti, y te dibujan paisajes extraños. Tanto es así que me ví a pocos pasos de mí, llorando. No sé cómo pude arreglármelas para no salir corriendo y ver qué era todo aquello.

- ¿Qué ocurre? - Le pregunté.
- Oh, eres tú. Qué sorpresa.- Respondió, sarcásticamente.
- ¿Qué te ocurre?
- ¿Acaso no lo sabes? ¿No sabes lo que es andar por caminos llenos de trampas y horrores? Siempre que trato de hacer lo que quiero, alguien se burla de mí, y me dice que eso no, que me está vedado. Y que lo andado no puedo deshacerlo. Que un solo error se paga con mil días de penitencia, aunque desees no haberlo hecho.
Las estrellas amigo mío, las estrellas. Quieren que nos choquemos mientras intentamos alcanzarlas.

Algo se desató dentro de mí. Acababan de tocar una caja que estaba guardada, fuera del alcance; y aquella persona, igual a mí, estaba allí, abriéndola y esparciendo el contenido a mis pies.
La niebla me sofoca, y las lágrimas se empujan unas a otras por salir. No puedo apagar el interruptor.

- Adonde... ¿Adonde estamos? - Inquirí, jadeante.
- ¿Esto? Es el mundo del espejo.

Para Goli. 

Palabras clave: Soledad, arrepentimiento y hechos consumados.

domingo, 5 de enero de 2014

Slowly

Vamos a quedarnos despiertos, mirándonos el uno al otro. No se cerrarán los ojos, la marea negra del sueño no puede alcanzarnos cuando estamos volando sobre las nubes. Nos tumbaremos sobre una cama de agua y comeremos flan, chocolate o mermelada, sintiendo la piel del otro dentro de las fauces del sabor. No importa si somos parte de la degustación, el corazón se acelera como sucesivos rayos en una hilera de cielo, y los mordiscos se suceden, parsimoniosos, sobre temblores de éxtasis.


Se unirán dos meteoros de fuego en mitad del universo estrellado, y recorrerán terremotos de punta a punta, mientras las flores de los cerezos se abren kilómetros más abajo. Pasaron huracanes y se llevaron las malas hierbas, trayendo consigo un verano helado de nubes que tiñen las alturas, escondiendo al sol del ojo humano.


Pasaremos la mano sobre campos de flores en la arena de la playa, caminando junto a las conchas que nacen en los rompeolas, al tiempo que la noche cae sobre nuestras cabezas. Se mojarán nuestros pies junto a dos serpientes rojas que jugarán hasta que tengan que separar sus cabezas para ver el amanecer junto con el rocío que desprenderán las flores con los primeros rayos de sol.

jueves, 2 de enero de 2014

Devorar miedos

Se abren precipicios en medio del mar, y las olas engullen los puentes formados entre tus manos y las mías. ¿Qué puede más? Paises inestables que se fragmentan y se unen al mismo tiempo, confusos, igual que dos lobos que se lamen las heridas después de batallar. Sonrisas que se transforman en nubes que cubren el cielo de Oriente. Los sueños se vuelven pesadillas cuando el sueño vence a la apatía y la ansiedad. Todos tenemos un arma que no se ve, que cuando se lanza se clava igual que el viento, cubriendo el cuerpo y los ojos, y quizá no somos conscientes de lanzarla, pero aprisiona con la fuerza de los mitológicos dioses del Parnaso.

Una cerilla en mi mano para prender el fuego en medio de una lluvia torrencial, y aunque yo esté envuelto en llamas, nada a mi alrededor arde, y quizá sea obstinencia, quizá cabezonería, pero quiero terminar prendiendo el fuego. Aunque la lluvia haga tiritar, y el agua golpee con pesadez sobre la piel de mi cuerpo desnudo. No importa si las gotas no cesan de caer. Me gusta ese sitio. No quiero permanecer en ningún otro lado. Y si el barro me cubre las rodillas, seguiré de pie frente a sus ojos, da igual si no hay puentes y las olas son abismales. Puedo nadar. Y sé que ella se lanzará a por mí antes de que me ahogue.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Sleep

Un pequeño agujero
donde escapa Tiempo,
rodeado de luces
y bolas negras que 
se llenan de sorpresas.

Pájaros volando en
el cielo estrellado,
no dibujes tu cara
en las constelaciones,
pues me entristece
no poder ir allá. 

Todos tenemos una
red de cazar insectos,
y cada vez que la uso
salen mariposas,
no puedo encerrarlas
y las libero al viento.

 Y la sangre se derrama
sobre una cama vacía,
donde devoro trocitos
de sueños perdidos.

Donde duermo junto
a la sombra de ella,
que se zafa e inquieta
de mi flameante piel.

Y las conexiones 
hacen saltar chispas,
nubes grises enteras 
que atraviesan paredes. 

http://youtu.be/nIKgu7EopQc

jueves, 21 de noviembre de 2013

I must be blind

Pensar, escribir, y borrar. La confusión es una mala compañera que te nubla los sentidos y te domina el cerebro. Con una mano te acaricia la mejilla mientras que con la otra te propina un empujón hacia el socavón más cercano. Las cosas que tengo claras se pierden en una nube de niebla entre ciénagas pantanosas. A veces veo las luces de los farolillos que portan los devoradores de alegrías, atrayéndote a su morada, mostrándote una luz que lleva a un falso refugio.

No hay nada a salvo, pasan huracanes por aquí y lo trastocan todo. A veces me llevan a mundos hermosos, donde el tiempo no pasa, mientras que otras, me dejan en el mismo sitio, con mis pertenencias destrozadas. Y da igual ser yunque o ser martillo, los golpes caen igual.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Happy Birthday


Empezaremos a 
lanzar salvas,
a saludar a
la vieja suerte,
bajo las nubes
oscuras del cielo,
en una plaza
del medievo.

No eches a volar
todavía, todavía no,
que tus alas se
confunden con
el mar de arriba,
y no quiero perder
de vista tus ojos.

Llegan tarde los
mensajeros,
se quedaron en 
el rudo camino,
durmiendo con
mis bestias.

De los seis que
mandé solo uno
ha llegado hoy,
blandiendo firme
su fiel pluma.

¿Qué decir? Si
diecinueve son
menos de las veces
que te pienso,
son los latidos que
viajan por segundo,
solo si te tengo
pegada a mi vera.

Y yo me pierdo
entre sus túneles,
que conectan
con el gran Morfeo,
que trasladan 
a todos mis vagones.

Eres el comienzo
y a la vez el fin,
donde encuentro
las líneas que
no estaban trazadas.

Y, bajo la luz lunar,
en una desértica playa,
aparece todo escrito,
un nombre que existe
pero que no está,
que se bifurca y 
se transforma en otro:
Helena.

Cayó Troya en tu
hermoso nombre,
derribaste ejércitos
conquistaste corazones,
y ahora pretendo,
iluso, atravesar
tus murallas.


martes, 22 de octubre de 2013

Raining

Llueve. Salgo fuera y las gotas de agua forman figuras, imágenes aleatorias, que se dibujan en los charcos, en el aire, o en el asfalto. El paraguas impide que tome contacto directo con los enviados de las nubes, y no sé qué hacer. Solo me muevo, camino, hasta llegar a un parque. Los asientos de piedra están empapados, y las siluetas se vuelven específicas. Una imagen femenina se dibuja, sentada, y el viento trae su voz. Solo se ven coches pasar en la calle de al lado, con sus faros encendidos, y los limpiaparabrisas moviéndose. El aire arrastra el agua a mis espaldas, pero sigo mirando hacia el mismo lugar. Todo sigue igual. La chica continúa ahí, moviendo sus labios. Una mujer de agua que me llama por mi nombre, y me arrastra hacia sus entrañas. Tiro el paraguas al suelo, y dejo que la lluvia me cubra. Da igual. Me fundiré con ella. Su voz se siente como la de una mitológica sirena, que atraían a los marineros con su canto hacia la perdición. Aunque siempre me decía que parecía la de una niña pequeña. Cuando me he acercado lo suficiente, acerco mis labios adonde estarían los suyos, y lo único que siento es la humedad. Ya no estaba allí. Nunca había estado ahí. O tal vez nunca se fue.



http://youtu.be/o2zf28T0LFU

"Si fuese lluvia, ¿podría conectar con el corazón de alguien, igual que la lluvia puede unir los eternamente separados tierra y cielo?"

sábado, 19 de octubre de 2013

Escape

- Sé que vendrás a salvarme montada en un caballo blanco, y que me llevarás a cualquier lugar en el que estar tranquilos.
- Eso no es posible. Ni siquiera tengo un caballo.- Contestó ella.
- Cierra los ojos.

Los cerró, y, el hombre, con una pluma en la mano, la desvistió hasta dejarla en ropa interior. Entonces comenzó a colocar palabras por todo su cuerpo, frases de tinta que eran absorbidas hacia el interior, y que iban construyendo escenarios en la aparente oscuridad que habitaba tras sus ojos.

Primero fue un cielo lleno de nubes, que amenazaba con llover; y un verde campo cubierto de niebla, que se extendía hasta el horizonte. Él estaba metido en una caja de cristal, mirando hacia ninguna parte, y ella en una habitación que formaba una agradable cárcel para sus sueños. Entonces apareció. Un caballo blanco que se movía entre la niebla y se paraba bajo la ventana de su cuarto. Ya no había nada que la retuviera allí. Montaría en aquel animal. De un salto se posó en sus lomos, y, acariciándole la cara, dejó que le marcase el camino. Empezó a llover. La humedad se impregnaba en su ropa, de forma que, al ser de color blanco, se veía su piel a través de ella, y se confundía con la niebla. Esta sensación de unión se incrementó cuando Manolo, el caballo (así lo llamaba su antiguo dueño), aumentó la velocidad. Ella sentía al viento golpear fuertemente su rostro, jugar con su empapado pelo, y mostrar una senda vedada para otras muchas personas. Llegaron bajo el árbol del Sueño, y allí la mujer desmontó del caballo y tocó la caja de cristal. Al instante, se convirtió en un montón de pedacitos, que pendieron del aire unas milésimas de segundo antes de caer al suelo, atraídas por la fuerza de la gravedad.

El hombre reaccionó, y, al darse la vuelta, murmuró, asombrado.
- He... Helena... ¿Qué haces aquí?
- He venido a buscarte. Nos iremos con Nerthus y dejaremos atrás ese árbol.

Su fundieron en un abrazo, y ambos montaron sobre el caballo, que tenía un nuevo nombre.

- Te lo agradezco, pero, ese árbol no es el único que existe. No puedo escapar de ellos, tienen vida propia, se mueven, y por la noche vienen a atraparme. Aunque es cierto que, mientras estoy contigo, no se atreven a acercarse. 

"La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido."- Jorge Luis Borges.

lunes, 14 de octubre de 2013

χάος

Nubes y nubes de palabras, torbellinos de agua que atraen todo tipo de emociones. Una mezcla tan potente que uno no sabe donde está, parado en medio del camino de mi mente, asustado, confuso, como un borracho tirado en un banco del parque.

No sé si andar hacia delante o volver atrás, no sé que objetos salvar de este enorme incendio, ni tampoco si esperar a los bomberos o coger yo mismo el extintor. Al final será la imaginación la que marque las pautas, la realidad se volverá algo ideal, y terminaré hundiéndome en el océano de mis propias ilusiones.

http://youtu.be/MHvT6lM3738

jueves, 10 de octubre de 2013

¡No me grites!

Las caprichosas nubes del sueño me envuelven, y entonces me convierto en un niño pequeño que juega en un parque de la ciudad. Me pongo a gritar mientras corro con los brazos extendidos, y, de repente, una niña que hay cerca de mí me dice que me calle. "No me grites", dice. Me detengo a unos palmos de ella.

- No te estaba gritando...- Musité.

Como no parecía convencida, le di un abrazo.

- Tonto.- Murmuró.

Me cogió de la mano y me llevó al tobogán. Pero al llegar al suelo ya no estaba en el parque, sino nadando en un estanque. Era el atardecer, y alrededor mía había nenúfares flotando. En la orilla, los juncos danzaban horizontalmente. No era muy grande el espacio, y el agua estaba algo fría. De mi mano seguía teniendo a aquella muchacha, pero me percaté de que ambos habíamos crecido. Tenía el pelo mojado, largo, y se le quedaba flotando sobre el agua. Me miraba sonriente, en silencio, como esperando a que hiciera algo. Nos quedamos así, largo rato, y fue entonces que ella se acercó y me acarició el pelo y los brazos. Empecé a sentir calor a pesar de la temperatura del estanque. Me acerqué al cabo de un rato, y, tras darle un beso en su húmeda mejilla, le mordisqueé dulcemente en el hombro. Fue entonces que me apartó y me dijo: "No me ciega la luz rápida del rayo, sino la pausada y tranquila respiración que exhalas en mi oído".



martes, 8 de octubre de 2013

Flores para el cementerio

Era un día nublado. El sol se escondía tras las nubes grisáceas, mientras que mis piernas se movían solas por las calles. No sabía hacia donde iba, ni qué haría a lo largo del trayecto. Después de un rato me salí a la periferia, y, a mi alrededor, habían zonas donde crecían flores muy diversas. Supe que debía coger, atrapar muchas entre mis manos, hasta hacer un ramo generoso.

Blanco, rojo, anaranjado, y rosáceo; esos eran los pigmentos que batallaban entre ellos para llamar la atención del ojo humano. Continué mi camino, en una carretera de sentido único, sin vehículos, yo solo. No lo sabía, pero estaba en dirección hacia el cementerio. Una verja enorme se alzaba flanqueada por un blanco muro que abrazaba el terreno de la muerte. Entré en el lugar, y, caminando sobre las piedras que marcaban el camino entre la hierba, iba observando el lugar sin dejar de andar. Los cipreses, alargados, gobernaban el lugar. Y, bajo su regio mandato, el viento se moderaba lo justo para acariciarlos y moverlos levemente.

Parecía que iba a llegar a mi destino, cuando vi a una chica con un vestido blanco, de espaldas, delante de una lápida. Al escucharme, se giró, y sonriendo, dijo:

- Te estaba esperando. ¿Eso es para mí?- Preguntó, muy contenta, señalando el ramo de flores.

Asentí con la cabeza, y al darle el ramo, posó sus labios sobre los míos, durante un par de segundos. Me cogió de la mano y salimos del cementerio.

Y, en la descripción de la tumba que acababa de dejar atrás, se leía: "Aquí yace Soledad".







miércoles, 2 de octubre de 2013

Miradas

Me pierdo en las miradas. Distantes, lejanas y ajenas miradas. O tal vez, cálidas, cercanas y conocidas. Me agrada caer en esos pozos de brea, que prenden con solo acercar una tea encendida. ¿Qué más da si ardo en ellos? Me quedo estupefacto observando los fuegos artificiales en esos charcos espejeantes; silban y estallan en miles de colores, dibujando diversas formas, desde abstracciones a formas animales, como cisnes o hámsters muy bien delimitados.

Y es cierto que no me dejan conexión directa, que se vuelven esquivas y cuesta mantenerlas, pero tal vez sea eso lo hace que, al establecer contacto, la felicidad estalle en una nube oscura de chispas.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Empieza a llover. No sé desde cuándo me gusta la lluvia. Todo se remonta a un pasado tan oscuro que no quiero vislumbrar más allá de la oscuridad del presente.  Me encuentro en la calle, y las nubes cubren todo el cielo bajo el que me encuentro. Una gota, y otra, y otra más... Decenas, cientos, miles de gotas que chocan contra el asfalto, las tejas de cerámica, los árboles, el cristal de los coches... Y sobre mi ropa,  mi cabello, y mi rostro. Puedo observarme mientras camino, en los rincones donde nacen los charcos, espejos que deforman la realidad mientras están en movimiento. Me encanta que ocurra esto. De algún modo siento que no soy la única que derrama lágrimas cuando se siente mal, también el tiempo lo hace, de forma conjunta incluso, de forma que, al mirar mi cara, no es posible distinguir si lo que hay son lágrimas o gotas de lluvia.
Además, igual que los ojos se limpian con el agua, también se limpian los rincones más sórdidos de la ciudad. Dicen que las nubes grises y ennegrecidas crean un paisaje feo, triste, y deprimente, pero aquellas mismas personas que lo sostienen no dudan en teñir de suciedad el cielo, con humos contaminantes, e ignoran que el agua es el principio de toda vida, y su fin, el fin de esta enorme bola de hormigón armado llamada Tierra.