Se necesita un solo minuto para que todo lo que vivías empiece a notar cambios. Es algo asombroso. Imaginen caminar sobre una línea. Usted toma una dirección, a pesar de que la suya no es la única línea existente. Detrás hay otras. Unas nunca las tomó. Otras, estaban conectadas con la principal, aguardando a que las cogiera, sin haber sido vedadas. Hay tantas, que muchas no las vemos. Pero no tema, el creador de líneas es usted, puede conectarlas, cerrarlas, elegir otra vía. Cierto es que muchas de ellas no dependen solo de nosotros, de hecho pocas son exclusivamente nuestras.
Ahora imaginen que cada línea tiene un brillo, del color que prefieran, y será más o menos intenso dependiendo de la influencia de las líneas en nosotros. Esto nunca es algo rígido, va variando a lo largo de nuestra vida. Entonces, una de las líneas, comienza a brillar con más fuerza. Llevaba años estando ahí, brillando, unas veces más y otras menos, aunque sin apagarse. Y haces el intento: te gustaría cambiar a ese lugar. Habías estado todo el viaje mirándola de reojo, sin poder realmente tomarla. Y ahora sientes que puedes alargar la mano y rozarla ligeramente con los dedos. Nada más. Tal vez se pueda hacer más. Y no estrellarse en la carretera.
http://youtu.be/rs8hraY1OJ0
Bienvenido a un mundo tan abstracto como lo que pasa por mi cabeza. Literatura rompecabezas que significa cualquier cosa menos la que es. O puede que veas la realidad.

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sábado, 16 de noviembre de 2013
miércoles, 13 de noviembre de 2013
Happy Birthday
Empezaremos a
lanzar salvas,
a saludar a
la vieja suerte,
bajo las nubes
oscuras del cielo,
en una plaza
del medievo.
No eches a volar
todavía, todavía no,
que tus alas se
confunden con
el mar de arriba,
y no quiero perder
de vista tus ojos.
Llegan tarde los
mensajeros,
se quedaron en
el rudo camino,
durmiendo con
mis bestias.
De los seis que
mandé solo uno
ha llegado hoy,
blandiendo firme
su fiel pluma.
¿Qué decir? Si
diecinueve son
menos de las veces
que te pienso,
son los latidos que
viajan por segundo,
solo si te tengo
pegada a mi vera.
Y yo me pierdo
entre sus túneles,
que conectan
con el gran Morfeo,
que trasladan
a todos mis vagones.
Eres el comienzo
y a la vez el fin,
donde encuentro
las líneas que
no estaban trazadas.
Y, bajo la luz lunar,
en una desértica playa,
aparece todo escrito,
un nombre que existe
pero que no está,
que se bifurca y
se transforma en otro:
Helena.
Cayó Troya en tu
hermoso nombre,
derribaste ejércitos
conquistaste corazones,
y ahora pretendo,
iluso, atravesar
tus murallas.
sábado, 2 de noviembre de 2013
Difuminarse
Trazaré un línea tan difusa que no sabrás en ningún momento si estoy dentro o fuera de los límites. A veces formaré parte del paisaje, en una acción más de camuflaje. Otras me quedaré pegado a tu piel, sentirás mi tacto, y pensarás que se trata del viento o de la lluvia. No sabrás si me encuentro alrededor o no, solo podrás hacer conjeturas, pensar en cualquiera de las dos opciones sin saberlo con certeza.
Podría haber salido de una habitación acolchada, con señores de bata blanca que dan drogas a los pacientes de allá adentro, pero lo curioso es que no se sabe cuales son los que están tocados del ala; todo se diluye entre las paredes; cordura y locura, cielo e infierno, alegría y tristeza; ¿qué más da? Si me vuelvo un fantasma que se inventa cuentos para que puedas dormir rodeada de legiones de palabras. Aunque es cierto que no lo hago en tu cama, sino en la oscuridad de una gélida habitación que devora el aire que respiro...
"El narrador no debe facilitar interpretaciones de su obra, si no, ¿para qué habría escrito una novela, que es una máquina de generar interpretaciones?"-Umberto Eco.
Podría haber salido de una habitación acolchada, con señores de bata blanca que dan drogas a los pacientes de allá adentro, pero lo curioso es que no se sabe cuales son los que están tocados del ala; todo se diluye entre las paredes; cordura y locura, cielo e infierno, alegría y tristeza; ¿qué más da? Si me vuelvo un fantasma que se inventa cuentos para que puedas dormir rodeada de legiones de palabras. Aunque es cierto que no lo hago en tu cama, sino en la oscuridad de una gélida habitación que devora el aire que respiro...
"El narrador no debe facilitar interpretaciones de su obra, si no, ¿para qué habría escrito una novela, que es una máquina de generar interpretaciones?"-Umberto Eco.
jueves, 31 de octubre de 2013
Deeper
Caminamos sobre las líneas del tiempo, cuerdas que se entrelazaban sobre el espacio que separa una casa de otra. Éramos trapecistas que se encontraban en el medio, y no sabíamos donde ir, solo avanzábamos. Abajo solo vacío. ¿Qué ocurre? Viene un huracán y absorbe las ganas de avanzar, aletarga los sentidos, y el sueño domina los músculos, y, aún así, el descanso es efímero.
Los rasgos se marcan bajo sus ojos, y solo la risa rompe con el hielo que se ha formado abajo.
Se forma nieve, la cuerda cede, y caemos al frío suelo. De nada sirve nuestra ropa. Las dagas del viento se clavan desde todas direcciones, sin piedad, una y otra vez, atravesando incluso la cabeza. Nos levantamos, y juntamos nuestros cuerpos, quizá la forma más primitiva de obtener calor.
¿Qué son las palabras? Si aparecen barcos que se abordan el uno al otro, pero ninguno de los dos consigue conquistar el barco contrario. ¿Qué son las miradas? Si los cañones disparan y la madera de cada vehículo se vuelve inmune al plomo. ¿Qué es el roce? Si ambos están escorados y mantienen el rumbo intacto.
El tiempo volvió a cambiar de bando, como una balanza que nunca permanece estable, sino que oscila a ambos lados, insegura. Y quizá sea que todo se vuelve lo suficientemente inalcanzable como para expresarlo con palabras, pero lo que es cierto es que me ahogué en el oscuro océano de tus ojos.
http://youtu.be/06H_6oI4EK4
Los rasgos se marcan bajo sus ojos, y solo la risa rompe con el hielo que se ha formado abajo.
Se forma nieve, la cuerda cede, y caemos al frío suelo. De nada sirve nuestra ropa. Las dagas del viento se clavan desde todas direcciones, sin piedad, una y otra vez, atravesando incluso la cabeza. Nos levantamos, y juntamos nuestros cuerpos, quizá la forma más primitiva de obtener calor.
¿Qué son las palabras? Si aparecen barcos que se abordan el uno al otro, pero ninguno de los dos consigue conquistar el barco contrario. ¿Qué son las miradas? Si los cañones disparan y la madera de cada vehículo se vuelve inmune al plomo. ¿Qué es el roce? Si ambos están escorados y mantienen el rumbo intacto.
El tiempo volvió a cambiar de bando, como una balanza que nunca permanece estable, sino que oscila a ambos lados, insegura. Y quizá sea que todo se vuelve lo suficientemente inalcanzable como para expresarlo con palabras, pero lo que es cierto es que me ahogué en el oscuro océano de tus ojos.
http://youtu.be/06H_6oI4EK4
lunes, 21 de octubre de 2013
Conexiones
Imaginen un punto que se une a otro.
Seguramente saldrá una línea recta haciendo de nexo entre ambos,
¿verdad? Ahora, aumenten mucho más la distancia. Pongan una barrera
en un lugar cercano al punto inferior. Ya no están unidos, así que,
en el sitio de corte, saquen otra línea que permita conectarlos.
Vuelvan a poner otro obstáculo y hagan la misma operación, el
espacio es infinito. Otra vez. Y una más. Así hasta que parezca que
el trecho de línea está al lado del punto B. ¿Qué eran las
líneas?, me preguntará. Pues son conexiones, y desplazamientos,
físicos o mentales, en los que el punto A termina al lado del B a
pesar de las barreras. Tanto es así, que deben estar juntos para
poder evitarlas . Aunque, como habrá visto, queda todavía un
espacio entre ambos, y ahí solo cabe la muralla que se pongan entre
los dos.
martes, 15 de octubre de 2013
Ausencia
Es curioso ver cómo cosas que no estaban dentro del círculo de la normalidad, un buen día entran y se instalan, pero cuando deciden salir, aunque sea durante un corto período de tiempo, uno siente que algo se marcha de adentro. Y, si la conexión era intensa, comienza a darse una sensación de vacío, igual que un ciego que pierde a su guía, dando tumbos, sin rumbo fijo. No obstante, si aquello que se ha marchado, regresa, o, al menos, se acerca al círculo, notamos cambios relevantes. Se oprime el pecho, la adrenalina se desborda, y gran parte de ese terreno de nadie, vuelve a recuperar las pautas de un camino a seguir.
Decimos que el tiempo es unidireccional, pero, ¿y si no lo fuera? Imaginen un montón de líneas representando el tiempo, y, ahora, una escena aparte: Una persona rechazando a otra. La única dirección temporal nos dice que "A" es así, que no hay otra posibilidad alternativa en ese momento. Pero, ¿y si de forma paralela sí se está aceptando a esa persona, en la línea "B"?
Del mismo modo en que la eternidad no es infinita, sino que es una expansión enorme del tiempo (pero siempre tiene un final), la ausencia de emociones, o de personas que las provoquen, no es interminable, y siempre se encuentran formas de recuperación de las mismas, aunque sea utilizando los recuerdos.
http://youtu.be/aBp5uaqK_BE
Decimos que el tiempo es unidireccional, pero, ¿y si no lo fuera? Imaginen un montón de líneas representando el tiempo, y, ahora, una escena aparte: Una persona rechazando a otra. La única dirección temporal nos dice que "A" es así, que no hay otra posibilidad alternativa en ese momento. Pero, ¿y si de forma paralela sí se está aceptando a esa persona, en la línea "B"?
Del mismo modo en que la eternidad no es infinita, sino que es una expansión enorme del tiempo (pero siempre tiene un final), la ausencia de emociones, o de personas que las provoquen, no es interminable, y siempre se encuentran formas de recuperación de las mismas, aunque sea utilizando los recuerdos.
http://youtu.be/aBp5uaqK_BE
lunes, 30 de septiembre de 2013
Enfermedad
Un caballo, una torre, y un alfil en el tablero de ajedrez se alzan, cada uno por su lado, pero del mismo color. Amenazantes piezas, con mortíferas espadas que aturden y atontan, pero que conocen de antemano que no pueden alcanzar al rey. Perdieron la partida antes de empezar, pero aún así siguen plantando cara, pues les va la vida en ello. Mis peones sucumben ante los primeros ataques, pero luego la batalla se estabiliza hasta quedar en punto muerto, tornándose a una guerra de desgaste, con trincheras que delimitan las líneas, y; al fondo, el pensamiento de saber que la partida está ya afianzada y que, sin embargo, todavía queda mucho por ganar.
martes, 24 de septiembre de 2013
Me muevo a ambos lados de la línea que trazaste en el suelo. "No cruces aquí, permanece allí, solo en el medio". Palabras que se llevó el viento. Hace frío aquí, en este rincón de mis sueños. Deja que tus plumas cubran mi cuerpo desnudo, dejaremos que nuestro alrededor se convierta en la Tierra del Fuego.
El juego del ahorcado siempre da tu nombre, y nunca caigo en el patíbulo. La multitud enfurecida se marcha y me quitas la soga del cuello, sonriendo, ángel blanco de la impureza, para luego curarme las marcas. Posando tus labios sobre mi amoratado cuello, los nervios fluyen con rapidez; mis sentidos se nublan, aletargados, y el cuerpo entra en un estado de semi-inconsciencia, como si una gran dosis de afrodisíacos hubiesen invadido la sangre, atontando a los glóbulos rojos.
Las cascadas de agua que cubren tu cuerpo susurran una melodía conocida, mientras cortinas de humo impiden que pueda verte con claridad. No sé si has llegado para quedarte, o si, por el contrario, te marcharás con la aurora. No sé si necesitaré un par de hojas o más de un libro, pero sí sé que, de alguna manera, perteneces a mis páginas.
http://youtu.be/_4v0aN5-ICw
El juego del ahorcado siempre da tu nombre, y nunca caigo en el patíbulo. La multitud enfurecida se marcha y me quitas la soga del cuello, sonriendo, ángel blanco de la impureza, para luego curarme las marcas. Posando tus labios sobre mi amoratado cuello, los nervios fluyen con rapidez; mis sentidos se nublan, aletargados, y el cuerpo entra en un estado de semi-inconsciencia, como si una gran dosis de afrodisíacos hubiesen invadido la sangre, atontando a los glóbulos rojos.
Las cascadas de agua que cubren tu cuerpo susurran una melodía conocida, mientras cortinas de humo impiden que pueda verte con claridad. No sé si has llegado para quedarte, o si, por el contrario, te marcharás con la aurora. No sé si necesitaré un par de hojas o más de un libro, pero sí sé que, de alguna manera, perteneces a mis páginas.
http://youtu.be/_4v0aN5-ICw
viernes, 20 de septiembre de 2013
Soldaditos de papel
Las variantes de la mente son tan infinitas como el propio universo. Esto se deduce por ejemplo, cuando, ante un mismo texto, ante una misma descripción, dos personas pueden imaginarse cosas distintas; tal vez no radicalmente distintas, pues conservarán la forma que las palabras dictan, pero sí pueden cambiar entornos, añadir, o incluso desfigurar la idea original que la persona que aporta esas palabras quiere transmitir.
Cogeré para esta ocasión, un texto que no me pertenece a mí, sino a otra person.
"Me encuentro en un castillo medieval, en una habitación de tonos blancos y violetas, con grandes ventanales; la luz es tenue y por la noche se ve el bosque gracias a los antiguos farolillos que hay colgados en los árboles. Las estrellas brillan mientras susurran mi nombre, y me quedo dormida en la mecedora mirando a la luz de la luna."
Cuando terminamos de leer las líneas, el lector sin duda se ha imaginado lo ahí descrito, pero, incluso en mi caso, que puedo poner rostro a la persona que protagoniza esa descripción, hay diferencias en el proceso imaginativo. Es muy difícil hacer que algo que tiene que dibujar la mente mediante palabras, sea igual en la cabeza de todos los que lo leen. Diría que es imposible, a menos que fuese algo muy concreto a lo que se puede poner una imagen vista anteriormente, como puede ser un cuadro o una pintura.
Con todo esto, lo que quiero decir es que, la literatura, al igual que la música, adquiere ese poder mágico precisamente por esta particularidad, porque con un solo mundo que actúa de base, por diminuto que sea, se crean otros muchos que guardan diferencias. ¿El número? Depende de las personas que lo descubran.
Cogeré para esta ocasión, un texto que no me pertenece a mí, sino a otra person.
"Me encuentro en un castillo medieval, en una habitación de tonos blancos y violetas, con grandes ventanales; la luz es tenue y por la noche se ve el bosque gracias a los antiguos farolillos que hay colgados en los árboles. Las estrellas brillan mientras susurran mi nombre, y me quedo dormida en la mecedora mirando a la luz de la luna."
Cuando terminamos de leer las líneas, el lector sin duda se ha imaginado lo ahí descrito, pero, incluso en mi caso, que puedo poner rostro a la persona que protagoniza esa descripción, hay diferencias en el proceso imaginativo. Es muy difícil hacer que algo que tiene que dibujar la mente mediante palabras, sea igual en la cabeza de todos los que lo leen. Diría que es imposible, a menos que fuese algo muy concreto a lo que se puede poner una imagen vista anteriormente, como puede ser un cuadro o una pintura.
Con todo esto, lo que quiero decir es que, la literatura, al igual que la música, adquiere ese poder mágico precisamente por esta particularidad, porque con un solo mundo que actúa de base, por diminuto que sea, se crean otros muchos que guardan diferencias. ¿El número? Depende de las personas que lo descubran.
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