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jueves, 8 de octubre de 2015

Caníbal

A veces surge que
en este recipiente
se rompen rastros
de algo bello.

Y quiero huir,
tal vez otras manos
puedan lograrlo,
tal vez otro rostro
gane las Termópilas.

Y me devoro, voraz,
un dolor otro palia,
y donde la sangre 
fluye no se siente.

Y cada vez menos
humano, más yo,
la fuerza imposible
del inestable.

El desgarro que 
causa ese pico,
no quisiera que 
lo sufrieras,
nunca viste así
tal felicidad.

A veces se marcha
y creo estar tranquilo,
pero vuelve la tormenta,
cuando todo cicatriza.

Un vicio es poco, sin
aditivos, nada edulcora
la destrucción.

Y dirás que puedo huir,
hacer frente, sí, 
batalla cerebral eterna.

Tal vez si tomases
lo que soy, tal vez
las cuchillas devorarían
otra cosa distinta.

 

domingo, 29 de marzo de 2015

Crear y destruir

Yo no quería saber nada de Laura. Corté toda conexión con ella y me embarqué en un viaje a través de los pasadizos que me quedaban por recorrer.
Lo cierto es que no encontraba nada, porque yo nunca apuntalé un solo muro en las calles del tiempo. Una persona descuidada, sobre cuyas espaldas recaía el sujetar los débiles lazos que rodeaban el cuello. Ninguna cosa que tocasen mis manos se volvía sólida, solamente se resquebrajaba y terminaba por desaparecer, igual que lo hacía yo en mis silencios.

Tenía miedo de empezar cualquier cosa. Las náuseas burbujean desde el fondo, y todo rostro que aparece a cada esquina es un enemigo del que hay que huir. Es curioso que, los mismos dedos que crean, puedan destruir tan salvajemente. Por eso no cuidé los cimientos de las casas donde me dejaban entrar. Por eso pinté narraciones escuetas donde podría poner algo más.

Y, quizá, y solamente quizá, encuentre la felicidad bajo la capa del valiente. Bajo la coraza de quien se atreva a sostener mis manos sin temor a que todo el edificio se convierta en un miserable cascote.

Para Fátima.



Palabras clave: Laura, viaje, felicidad

miércoles, 16 de julio de 2014

Flowers

Nadar en lava puede ser un buen pasatiempo. Si la resistes. El calor es abrasante. Y las altas olas, húmedas y calientes a la vez, se entrechocan entre sí. Caen limoneros desde el acantilado, y naranjos. Colorean el mar rojizo y lo vuelven más claro, más frío, aunque sigue siendo imparable.

Toco madera con mis labios, y de tanto tocarla se vuelve de piel. Una figura de ensueño que tiene vida propia y se echa a andar, a mi lado. Caminamos sobre el humo y dibujamos nuestros nombres sobre el cemento del infierno.

Dormir sobre el vacío es algo inmenso, pero necesitas tocar el tacto de las flores envueltas en el rocío de la mañana, oliendo intensamente a un perfume especial, que recuerda al de la miel, y que embriaga el lugar. Me dejo caer desde la nada hacia idílicos lugares, y me quiero quedar allí para siempre, aún cuando caen tormentas y los rayos me alcanzan de cerca.

Algo da vueltas sobre mi cabeza, quieto, calma apacible. Y las sonoras carcajadas se funden con el sonido de una guitarra y el bombardeo de un avión. Es entonces cuando me la llevo, y la ahogo de felicidad y placer. Entre caminos dibujados ronronean mis coches, aunque muchas veces la cochera esté cerrada. Otras veces salimos a correr y nos empapamos de éxtasis y locura, es entonces cuando la lava se cierra en torno a nosotros, y dibuja en el cielo una explosión que dispara hacia todas partes flores que dibujan entre el fuego un magnífico cisne.

https://www.youtube.com/watch?v=AFvfX3Mfd9E

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Today

Hoy un globo de cemento se hundía en el fondo del mar, mientras un pájaro carpintero intentaba abrirse paso picoteando entre los pequeños huecos. El sonido de las olas se escuchaba con fuerza, y el pájaro conseguía respirar bajo el agua, como si quisiera golpear por siempre el cemento.

Las voces de siempre se apagaron y solo se escuchaban extraños murmullos, como si de otras personas se tratasen. Un halo de inseguridad y desgana cubren los sentidos, igual que un espectro que lo absorbe todo y te deja sin nada más que un pensamiento aterrador. Los golpes destrozan la madera, y la sangre cae de los nudillos de un muñeco hecho con trapo. La enormidad me hace pequeño, y el eco reverbera en las profundidades de la noche. ¿Qué es la felicidad? ¿Qué es la felicidad? Se repite como un chiste de mal gusto pronunciado por un bromista de segunda.

Y nadie responde, porque las sombras no tienen boca, solo muecas, y las tinieblas no necesitan hablar para decirte lo que debes saber. Es entonces cuando cristales de sal crecen en mitad de la nada, y, entre ráfagas de agua, descubres que la felicidad no es un estado de ánimo, sino un cisne de color negro volando alrededor.

martes, 3 de diciembre de 2013

Crash

Hay días en que la vorágine de las cosas por hacer nos absorbe por completo. Es entonces que se crea una barrera imaginaria entre lo de allá afuera y las cosas que nos ocupan. Todo se olvida, todo se aisla alrededor de lo que usted haga, no existe nada más. Pero, al final del día, cuando ya no queda más por hacer, se rompe todo lo que nos cubría, y entra de lleno cualquier cosa que tuviera usted ajena a su ocupación en el lapso de tiempo anterior. Es entonces que las señales emocionales cambian a otro sentido, y cuando detectan que algo falla con respecto a otros días, mandan mensajes al estómago, lo aprisionan y atenazan, el mismo mensajero que hay para otras situaciones. Y, de alguna forma, es curioso. Que el terror y el miedo se den la mano con el amor y la felicidad.


http://youtu.be/H2UXWYNurDU

jueves, 14 de noviembre de 2013

Psique

- ¿Qué tiene para contarme hoy?
- He tenido un sueño.
- ¿Un sueño? ¿Recuerda algo? Por favor, cuénteme todo lo que pueda.
- Sí. Bueno, verá, volví a soñar con ella. En un bosque. Todo muy alegre.
- Continúe.
- Habían niños corriendo. Como si fuera un parque. Ella estaba conmigo. Feliz. Me cogía de la mano. Había zonas donde se podían coger flores, y yo le hacía un ramo. Todo iba bien. Yo también disfrutaba. Pero luego... Me despertaba. De alguna manera, odiaba lo que acababa de soñar.
- No le entiendo. Ha dicho que era un sueño agradable. Estaba ella feliz, y usted también. Un ambiente magnífico. ¿Por qué llega a odiar el sueño?
- Porque nada de lo que hay ahí está aquí. Por eso. ¿Por qué no se puede coger la estructura del sueño y vivirla más tiempo? ¿Por qué no podemos ser arquitectos del mundo tal y como lo somos en los rincones oníricos?
- A lo mejor porque eso sería muy sencillo. ¿Qué hay de los retos, de la satisfacción? ¿Donde quedaría la complejidad y la incertidumbre?
- Eso podemos dejarlo para este mundo. ¿No le parece justo vivir unas horas en el lugar que desee con las personas que desea? Sería como llevar dos vidas, no se perdería lo que dice.
- Pero entonces podría llegar un punto en que no sabría diferenciar entre los dos mundos. ¿No le volvería eso mentalmente inestable?
- ¿Se refiere a que me volvería loco? Tonterías. Este mundo es la mayor locura que existe. Una abominación. Nadie que no esté chupándole la vida al resto soñaría con este mundo. No. No sería yo el que se volviera loco.
- ¿Y qué me dice de ella? ¿No le asusta el tener una idea en vez de a la persona original?
- Parece que sabe usted como pillarme... Lo cierto es que, si ella no pudiese venir conmigo, no entraría en ese mundo más que para que me lance construcciones de forma aleatoria.


http://youtu.be/b_CPUalHkw4

lunes, 7 de octubre de 2013

Ni cara, ni cruz

 Me gusta pensar que la vida actúa como una justicia abstracta, que reparte de manera indistinta el dolor y la felicidad. Que intenta de alguna manera equilibrar la balanza que rige nuestras acciones. De alguna manera he encontrado el equilibrio, a lo largo de los años, montado en montañas rusas, escalando montañas nevadas y lanzándome con los esquíes hasta abajo. Pero normalmente no había una disputa, era como un bipartidismo, una alternancia de poderes entre las facciones de la alegría y el dolor, junto con otras emociones más potentes, que duraban menos.

Y lanzo la moneda al aire, una moneda en la que solo caben las caras de un diablo y un ángel, nada de cara o cruz, pues aunque no se pierde la aleatoriedad, sí que cambia el factor suerte. Entonces miras el resultado y sale tu cara. Seguro que sabes lo que ha salido, pero de todas formas, solo puedo decir que la línea comienza a ascender más rápido de lo esperado, y que esto, el único inconveniente que tiene es que, cuanto más alto suba, más fuerte será la caída. A menos que estés allí para recogerme.

viernes, 4 de octubre de 2013

Into the wild

Cambiaré un poco el rumbo y aprovecharé para recomendaros una película que, a pesar de haberla descubierto al tiempo que me destriparon el final, me dejó marcado y ha pasado a ser una de esas películas que por mucho que veas, no te cansas de verla.

Consta de una plantilla de actores excelente, con Emile Hirsch a la cabeza, y un trabajo de fotografía impresionante, que cautiva desde el principio, pues gran parte de la acción se dará en plena naturaleza, en la Alaska inhóspita y salvaje, apenas tocada por la mano del hombre.
Por otro lado, las experiencias que vive el protagonista en el transcurso de la película son, cuanto menos, interesantes, ya que conoce a un buen número de personas que formarán parte de su viaje y de las cuales nos quedarán buenas sensaciones.

Sin olvidar tampoco la BSO, realizada por Eddie Vedder. A los amantes del grunge les sonará el nombre, y es que se trata del vocalista de la banda Pearl Jam. Unas canciones que sirven de perfectos engranajes con las situaciones en las que aparecen.

No dejemos de lado el hecho de que, aunque en algunos aspectos pueda ser algo idealista, la película está basada en hechos reales, pues cuenta la vida de Christopher Johnson McCandless, usando como guía el diario del muchacho.

Para terminar, dejaré el tráiler, un par de frases de la película, y una de las canciones.

http://youtu.be/uWjRDbzK99w

 
"He vivido muchas cosas, y creo que ahora se lo que se necesita para ser feliz. Una vida tranquila y alejada en el campo, con la posibilidad de ser útil a otras personas con las que resulta fácil hacer el bien, y que no están acostumbradas a que las ayuden, haría un trabajo que sea de algún provecho, y luego descansaría. La naturaleza, libros, música, el amor al prójimo... Esa es mi idea de la felicidad. Y para.., culminar todo lo anterior, que usted fuera mía... ¿Qué más puede desear el corazón de un hombre?"

"La felicidad solo es real cuando es compartida"

http://youtu.be/xNaaQDrUfwc

La pianista

Un fantasma comienza a tocar las teclas de un piano. El fantasma llora, y el instrumento desafina cuando cae una lágrima sobre la cubierta. Lejos de sonar mal, desgarra el alma ver la escalofriante escena.
Fuera, en la calle, hace un espléndido sol, las risas de los niños jugando se propagan por todos sitios, las cigarras dan su recital, monótono, pero agradable. Hasta el viento se las ingenia para ser suave y fresco, en consonancia con los demás elementos.

Pero allí dentro el ambiente era oscuro, nublado. Los muñecos de peluche que se encontraban en la cama comenzaron a moverse al sentir la voz de aquella dama conjuntarse con las notas del piano. Trepaban sobre sus hombros y secaban las gotas de agua que resbalaban sobre las mejillas de la mujer.

Entonces la melodía cambió, y el piano dejó de desentonar. Lentamente, parsimoniosamente, la atmósfera se vuelve menos lúgubre, y el timbre triste que emanaba de su garganta comienza a animarse. No cesa de llorar, es cierto, pero ahora es de felicidad. Mientras que fuera las nubes lo van llenando todo de oscuridad, dentro de la habitación va luciendo el sol.

Y es que, las palabras que aquella alma destrozada dibujaba en el aire, terminaron por transformar a los muñecos en una persona de carne y hueso, de modo que, cuando volvieron a secarle las lágrimas, no sintió el contacto blando del peluche, sino la calidez de unas manos que parecían decirle, mientras la abrazaban por detrás: Si vas a llevar una máscara, ponte la misma que yo, para que nuestros ojos sean los mismos al mirarnos, cristales transparentes donde para el resto solo hay interpretaciones opacas.

http://youtu.be/WxsRjv5EU9o

miércoles, 2 de octubre de 2013

Miradas

Me pierdo en las miradas. Distantes, lejanas y ajenas miradas. O tal vez, cálidas, cercanas y conocidas. Me agrada caer en esos pozos de brea, que prenden con solo acercar una tea encendida. ¿Qué más da si ardo en ellos? Me quedo estupefacto observando los fuegos artificiales en esos charcos espejeantes; silban y estallan en miles de colores, dibujando diversas formas, desde abstracciones a formas animales, como cisnes o hámsters muy bien delimitados.

Y es cierto que no me dejan conexión directa, que se vuelven esquivas y cuesta mantenerlas, pero tal vez sea eso lo hace que, al establecer contacto, la felicidad estalle en una nube oscura de chispas.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Soy el monje de la esquina

Voy vestido con candor y recato, y a los niños con esplendor saludo, pues no hay nada más bello que de Dios sea uno fiel cristiano y plebeyo.

Soy el pastor que guía a su rebaño, por delicados prados de antaño, docto en la palabra de un libro algo manoseado, pero que toda oveja sabe que de Él nos fue dictado.

Yo tengo la inmunidad del cielo, el salvoconducto en la vida terrenal, qué triste consuelo, y mi mente puede romper mi amada doctrina, pues ser feliz quiero, como el pájaro que trina.

No siga usted, mente pura y bien amaestrada, pues esta lectura al corderito le está vedada, y el vino de Cristo transforma a su humilde delegado, volviéndolo un poco transtornado.

Y es que hay algo que el cuerpo no puede dominar, y es al irresistible impulso de amar, pero amar con implicaciones del Maligno, nada puede contra ese poder magno.

Mi cabeza desdibuja las dulces sonrisas, tornándolas en arpías lascivas, y hasta la risa más inocente se vuelve una llamada que por ojo ajeno se mete.

Soy católico como Dios manda, pero en mi reclusión, mi supremo miembro demanda, que el amor sin unión, no tiene ningún perdón, pues hay que transmitir a Dios hasta el fondo del corazón.