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sábado, 30 de abril de 2016

Un nuevo amanecer

La alegría se escapa como el agua que recogen mis manos; quizá soy un recipiente inadecuado. Tras la cortina se ven los ojos que observan y vigilan; y, al igual que semillas en el granero, guardo las palabras que no pueden ser olvidadas.

No soy fuerte, nada lo es. Hasta la imponente montaña se vuelve cañón. Hasta la roca más poderosa torna en arenilla, horadada por el agua y el viento. Las corazas sólo son monstruos que detienen bestias; un enemigo que abate posibles peligros. Y eso no sirve. La espada del doble filo es sangrienta a más no poder. ¿Dónde he dejado tiradas mis viejas ilusiones?

Espero un mes que se aproxima, largo como los días y corto como la vida. Entre la maleza del recuerdo existe una mujer que peleó y que aún se corta; y allí donde los caminos se rompieron supimos mantener un pie al lado de la línea.

Rodeados de paraísos perdidos seguimos pisando la misma tierra que juramos defender, y las olas que derriben el barco serán las últimas. Tal vez se convierta en una armadura si mi cuerpo es su espada; en el filo del olvido necesitamos la voz de la llama.

Voy en su busca, y quiero pensar que yo soy buscado; entre los pasos que avanzan y los que retroceden hay un trecho. Puedo entregar más de lo que hay en los muros y la tinta; y a cada dicha responderé con otra mayor. Pero si mis manos tocan ceniza y mis labios besan cristales, entonces me ahogaré en otros mares. Y no arrastraré a nadie a las profundidades.

El arcoiris nunca refleja el negro de tus ojos.


https://youtu.be/XbthRHKOuo8

jueves, 31 de diciembre de 2015

Otro año más

Ya llega otro papel
que se quema,
y no me reconocieron
mis huidizos ojos.

Acabé con todo lo
que crecía a mi lado,
lo siento por eso,
soy asesino redentor.

Tal vez se cierre 
por siempre un ciclo,
y comience la nada,
buscando un camino.

Tal vez permanezca
girando la rueda,
y las ilusiones
se vuelvan reales.

Sólo sé que luché
como lucha un ruiseñor,
cantando a través
de las heridas.

Sólo sé que di hasta
el último rincón
de mis emociones,
aunque no como quería.

Y me quise acercar
a otras sombras,
de verdad que sí,
pero nunca lo conseguí.

Y me quise olvidar
del fuego que abrasa,
del frío que quema,
del agua que ahoga.

Y me quise olvidar
de tus labios imposibles,
de tus manos lejanas,
de tu figura desconocida.

Y es como querer hundir
el cielo que se alza,
aún cuando cierras
todas las ventanas.

No soy sin ti, y tú sin mí eres,
dos círculos girando
sobre lo mismo, cada año,
un eterno retorno desolador.

Ahora aguardaré por
un último soplo de aire,
y si no llega, me iré,
allí donde nunca estuve.


Feliz 2016 a tod@s :)


domingo, 6 de diciembre de 2015

Paso a paso

- ¡Ey!, ¿cómo vas? Te esperaba.

- ¿Me esperabas?

- Sí. Después de este tiempo más o menos he podido saber cuando sueles venir.

- No sé si alegrarme por la atención o si salir corriendo.

- Prefiero que sea lo primero.- Se sonrió el muchacho.

- Veo que estás más animado. ¿Por qué?

- He estado pensando. Y, por una vez, no ha salido algo negativo.

- Cuéntame.

- He llegado a la conclusión de que, aunque no lo digas, lo que digo, lo que hago, influye de alguna manera en ti. ¿No es cierto?

- ¿Y ahora te das cuenta?

- No estaba muy seguro. Supongo que entiendes mis dudas. Sé que actuar como una montaña rusa no ayuda a nadie, pero es con lo que he tenido que lidiar. Y ahora, no es que las certezas hayan cambiado, sin embargo, de algún modo me animo. Es muy curioso, ¿sabes? Que, sabiendo dónde está mi línea, y sin poder cruzarla, puedas trastocarmelo todo.

- Yo no trastoco nada. Es tu cabeza. Yo no me meto ahí y decido hacer de ella un laberinto.

- Sí, vale, tú no lo haces conscientemente. No obstante, sí formas parte de todo. Tanto es así que si tuviera que irme, una gran parte de mí se desgarraría por el camino.

- No te obligo a venir. Ya lo sabes. Puedes marcharte si lo consideras necesario. Notaría la ausencia, no voy a negar eso, pero el problema es que no se pueden reducir las cosas a un "estás conmigo o contra mí". El riesgo es enorme. ¿Qué haría si de repente todo lo que me rodea se convirtiese en cenizas? Si te dejo entrar, tú tendrías ese poder. Y ya hay una parte que está arrasada.

- Lo sé. Es por eso que, incluso con los pocos medios de que dispongo, seguiré intentado entrar. Palmo a palmo. Flor a flor. Y si al final no consigo llegar al centro, si ni siquiera logro tocarte, podré irme sin remordimiento alguno. Con la certeza de que el camino que he recorrido sin conseguir el objetivo, ha sido más hermoso incluso que el que otros pisotearon sin saber que entraban en los jardines mejor dispuestos que nunca vi. Y las murallas que ellos encontraron bajas y sin alambre tendrán la huella de mi sangre. Y si al menos consigo eso, podré irme; ligera la carga, deshecho el interior.

- ¿Qué piensas hacer?

- Pronto lo sabrás.

https://youtu.be/xDtcTn5gb1I

martes, 17 de noviembre de 2015

Eunoia

Aquí, las profundidades del mar se quedan cortas, aunque falte el aire y apenas se distinga forma de vida alguna. Cada paso me lleva por derroteros equivocados; mientras que cada acierto es flor de un día.

No necesito nieve bajo mis pies; ya paso frío entre las llamas, allí donde arde toda esperanza. Ya arraiga la eunoia en prados que jamás pisaré, allí donde mis manos marchitan lo que sobrevive. Yo mismo he cortado las cuerdas que sujetaban mis puentes.

Quizá pervive un refugio, entre un árbol hueco, tapado con libros, triste ironía. Te lo cambio todo, mis momentos de gloria por un minuto con una sonrisa sincera. Un segundo que aleje las palabras que se arrastran, por un frente sin espejismos.

¿De qué me sirve construir si no puedo ser? Quiero tocar horizontes, sentir las estrellas en mi piel; quizá por eso sólo se cierne una noche sin luz. Los lugares a los que quise ir se marcharon, permanecen estelas en la memoria.

Ya lo ves, no supe controlar nada, ni fuera ni dentro; es un caos impaciente, devorador, igual que mi cabeza.

¿Qué camino recorrer si no hay ninguno?


https://youtu.be/oMEGJ-Jk58Q


martes, 6 de octubre de 2015

Los caminos

- Ayer vine aquí... Y no estabas. Creía que venías a diario, o al menos eso me dijiste. Ya no son tantas las ganas cuando sabes que es imposible un desenlace mejor, ¿verdad? - Inquirió, algo triste.

Pausa.

- Sí estaba. No donde siempre, es cierto, pero estaba. De hecho te vi.

- ¿Me viste? ¿Y no quisiste decir nada?

- Sí. Sí quise, pero...

- Pero, ¿qué?

- Supongo que tenía miedo. Me quedé viéndote tras un árbol. Indeciso.

- ¿A estas alturas te surge eso?

- Verás, esto no estará así siempre. Habrá un punto en que yo tendré que irme, ya sea por mí mismo o porque el bosque me impida la entrada. Esto que hacemos es muy extraño. Quizá sea lo más puro que haré jamás, pero no quita su dosis de rareza.

- ¿Y la perspectiva de que hay un final corta tus acciones? Si hiciésemos todos lo mismo, nada avanzaría.

- No es lo único... El bosque habla. Y tú cuando vienes aquí no lo haces porque esté yo, ya convenimos en eso. Lo que haces es proyectar los recuerdos pasados en todo lo que hay alrededor. Y eso me afecta. No por mí, puesto que yo dejé de lado toda esperanza, sino por ti. Esa espiral de dolor destroza las raíces de todo lo que ves aquí. Y, créeme, me gusta demasiado este sitio como para permanecer indiferente si se convierte en un desierto.

- Pero, ¿y por qué no te has marchado si temes eso?

- Porque yo mismo he terminado formando parte de este lugar.

- ¿Y por qué no me ayudas?

- Porque el bosque me cierra todos los caminos, excepto este. Y, aquí, en las afueras, lo único que puedo hacer es esto. Hasta que el tiempo se agote.

https://youtu.be/QQNcCFh8R28 

jueves, 17 de septiembre de 2015

No da igual

Si las otras estrellas
tapaban mi brillo
da igual, da igual, 
encontré alegría
en el polvo.

Si las otras huellas
borraron mi camino
da igual, da igual,
avancé a tientas
en el lodo.

Si las otras voces
acallaban la mía
da igual, da igual,
susurré cálido
en la soledad.

Si los otros ojos
cerraban los míos
da igual, da igual,
imaginé los tuyos
en la oscuridad.

Si las otras manos
apartaban las mías
da igual, da igual,
me aferré fuerte
en los sueños.

Si las otras mentes
reprimieron la mía
da igual, da igual,
la mantuve libre
en tus palabras.

Y por eso lamento
que te asustases
de mi sombra,
no da igual, no da igual,
la luz la proyectaste tú.

Y por eso escribo
con un poco de ti,
un mucho inventado,
y la sensación de 
perderte sin encontrarte.
 

Para la M que me mostró a Murakami
 

lunes, 10 de agosto de 2015

La danza del olvido

Me he vuelto a perder. Creía que ya tenía el camino marcado, que había alguien al final. Pero al hablar el eco es el único que devuelve las palabras. Es una persona extraña, ¿sabéis? A veces, baja del cielo y habla conmigo, y me dice que todo irá bien, que no hay más senda que aquella por la que se pelea para poder recorrerla, que al final estará ella y que se podrán abrir las puertas. Esas que se encontraban cerradas a cal y canto del mundo exterior.

Pero entonces, sucede que todo era una ilusión. Y comienza a llover, fuerte, muy fuerte. Y bajo la luz de una solitaria farola en el camino abandonado, el corazón se escucha más que el golpeteo del agua contra los charcos. Y sucede que esbozas una sonrisa. Es una lucha que lleva librándose desde hace tiempo, en la que nadie pierde, nadie gana nada. Solo se sigue avanzando, de un punto a otro, sin rozarse, sin saber ningún dato más del habitual.

Dos personas condenadas a buscarse, sin encontrarse nunca. Quizá ni siquiera es una condena. Se sentía igual que una recta paralela, corriendo, eterna, sin toparse jamás con el punto que quería. Y es que las matemáticas son tan frías como el brillo de sus ojos. Un niño travieso al que le dan un manotazo cuando quiere coger galletas antes de la hora de la comida. Así estaba yo. Me perdería en otras constelaciones, e infinitas líneas me atravesarían de lado a lado, más nunca aquella que viaja al lado, y que comparte temores e ilusiones.

El sabor salado se mezcla con el dulce en mis labios, dejándome un regusto extraño. No sé por qué tenía que llover. Estar empapado no ayuda. La humedad de alrededor es caliente, y crea una neblina asfixiante. Y entonces la veo. Viene hacia mí con un vestido blanco, que debido a la lluvia se queda muy pegado en su piel.

- Te puedo conceder un baile. Solo uno. Y entonces te darás cuenta de que el ritmo que llevamos es distinto. De que tus objetivos son distintos a los míos, aunque en el fondo persigan lo mismo. Tú eres un murmullo que nunca cesa, aunque no te hagas notar, mientras que yo soy una bala. Ruidosa, solo necesito un impacto. Y, después, silencio. Yo soy la oscuridad, y tú piensas que soy la luz, que las tinieblas te rodean. Cuando el único halo de luminosidad es el que tú has ido trazando a lo largo de los días. ¿Qué quieres que te diga? No me convences, pero tampoco vale la pena echar por la borda todo lo que se ha dibujado en el horizonte. Por eso, bailaré contigo, una danza donde la derrota y la victoria se dan la mano. Porque conseguirás tu deseo, y al mismo tiempo lo perderás.

- ¿Y por qué crees que este es mi deseo? - Respondí.
- Porque me acabas de dar la mano.

Microrrelato finalista en I Certamen Literario "Fuente de creación", de Cuponeta Editorial.

jueves, 2 de julio de 2015

El trapecista en el mar

A veces, la tormenta que hay sobre nuestras cabezas, no es otra cosa que el sol. Los ojos son traicioneros, sí, pero la mente lo es aún más. Y suceden cosas que no sabías que podrían ser reales. Y los mapas que ya estaban dibujados tienes que volver a hacerlos, porque resulta que las fronteras estaban más lejos de lo que imaginabas.

Sobre el puente de las decisiones nos engañamos creyendo que ante los pies solo hay una delgada cuerda, solo apta para los equilibristas. Que más valdría quemarla antes de dar con nuestros huesos en el profundo abismo. Y si no fuese por esa vocecilla que te dice, famélica, "no incendies las salidas, solo toma el camino que, dices, es mejor", entonces lo hubieras echado todo a perder cuando descubres que tu camino era puro cristal resquebrajado.

Y es que, al final, el agua que roza tu rostro no es la del terror de los marineros, sino el rocío de la esperanza.

¿Y la cuerda?, te preguntarás. La cuerda tiene el simple mecanismo de ir despacio, y una mano a la que sujetarse durante el camino. No soy un trapecista, es cierto, pero la cuerda tiene más grosor del que pensaba. 

https://youtu.be/O02HLzlnGxE

miércoles, 13 de mayo de 2015

Desbordarse

Había sucedido algo de magnitudes enormes. Eso hacía que esos dos conocidos casuales, respiraran una tensión abismal. No era debido a un hecho negativo, sino todo lo contrario. Pero el que algo así sucediese, en tan poco tiempo y con tan poco contacto, hacía que el ambiente se volviese extraño, incómodo, e incluso violento.


Se decían cosas cotidianas, cuando el grado y la situación de los acontecimientos decían a gritos que aquel no era el tema. Una barrera mental enorme creada a partir de algo hermoso, ¿se lo pueden creer?
Más vale que lo hagan, pues las distintas escalas, pueden ejercer el mismo poder independientemente de la naturaleza. Un shock te impacta y construye consecuencias similares sea lo que sea que lo provoque.

Y así comienza una historia inabordable, donde los caminos fueron quemados por la pasión, y los posibles logros, sofocados por las ganas torrenciales.


PD: Escribiré menos durante este mes, porque ando algo liado, pero no os preocupéis, que no os abandonaré otro año entero :P

miércoles, 22 de abril de 2015

Piezas

Hasta que no se descomponen todas las piezas que se han ido formando en este puzzle pintoresco, no se puede volver a formar nada. Perdí mi camino entre las flautas de la alegría y me olvidé de la mano que apresa la garganta, hasta que fue tarde.

No se preocupe si no puede hacer que todas las partes encajen, formando un único escenario en el horizonte. Son necesarias las piezas solitarias, imposibles de encajar, y que aparentemente no nos sirven. Son necesarias porque en algún momento serán un resorte que una las próximas que iremos encontrando. Y, si aún así se vuelven inútiles, es preciso recordar que forman parte de lo que conoces, y permanecerán ahí, a pesar de todo.

No lo verás nunca terminado, incluso si vas completando las esquinas y diversas partes centrales. La razón de esto es que los secretos existen, y las aristas y cavidades no siempre son lo que aparentan, volubles ellas en el tiempo, desconfigurando la apariencia de orden. No pasa nada. Tú también eres una de esas piezas, aunque seas la mano que mueve el resto, a pesar de que habrá algunas que nunca podrás cambiar de lugar, esto son, figuras poderosas que influyen en tu vida de una forma en la que tú no podrás solo.

No pasa nada. Elige bien qué piezas poner y quitar, y cuáles de ellas cambiar de lugar. Y, sobre todo, dale forma a la tuya, porque, obviamente, tú también deberás entrar en ese enorme tablero.

sábado, 28 de febrero de 2015

Experimentos

Ayer no pude dormir. Las pastillas no hacen efecto, y los sonidos de la noche se suceden como en una película de terror. Me salí de la cama y me monté en las nubes del otoño. Caí dentro de la niebla, donde las cosas se burlan de ti, y te dibujan paisajes extraños. Tanto es así que me ví a pocos pasos de mí, llorando. No sé cómo pude arreglármelas para no salir corriendo y ver qué era todo aquello.

- ¿Qué ocurre? - Le pregunté.
- Oh, eres tú. Qué sorpresa.- Respondió, sarcásticamente.
- ¿Qué te ocurre?
- ¿Acaso no lo sabes? ¿No sabes lo que es andar por caminos llenos de trampas y horrores? Siempre que trato de hacer lo que quiero, alguien se burla de mí, y me dice que eso no, que me está vedado. Y que lo andado no puedo deshacerlo. Que un solo error se paga con mil días de penitencia, aunque desees no haberlo hecho.
Las estrellas amigo mío, las estrellas. Quieren que nos choquemos mientras intentamos alcanzarlas.

Algo se desató dentro de mí. Acababan de tocar una caja que estaba guardada, fuera del alcance; y aquella persona, igual a mí, estaba allí, abriéndola y esparciendo el contenido a mis pies.
La niebla me sofoca, y las lágrimas se empujan unas a otras por salir. No puedo apagar el interruptor.

- Adonde... ¿Adonde estamos? - Inquirí, jadeante.
- ¿Esto? Es el mundo del espejo.

Para Goli. 

Palabras clave: Soledad, arrepentimiento y hechos consumados.

jueves, 26 de febrero de 2015

Vida y obra de una lágrima

Me deslizo entre las hojas que pueblan los astros de la avenida 16, no me muevo yo, me mueve el viento. Choco contra las tinieblas de tu cuerpo, un visitante más, un litro de sangre menos; se quedó pegado a ti, cuando cerraste las compuertas de los faros. Me muevo entre la arena de tus tapices, y es cuando me voy quedando pegado a tu pintura: Ya avanzo poco. Es entonces que una enfermera me inyecta el 0 negativo, y vuelvo a correr entre la eterna llanura que baja al inframundo por un único camino.

Pero no creo poder bajar, cuando el parapeto me lleva a cárceles de porcelana, y, ahí, me lanzo al vacío para ser arrastrado de nuevo. Los dulces y yo no encajamos, qué le vamos a hacer. Qué le vamos a hacer si, aunque el momento sea alegre, soy salada como el mar.


sábado, 14 de febrero de 2015

San Valentín

Es San Valentín, y no tengo otro regalo que daros, excepto este, si queréis considerarlo así, claro. Tranquilos, no os pediré dinero.

Las torres más altas que construí se cayeron, y ahora solo quedan los restos. Yo vago, como una sombra, hacia los pozos oscuros de las horas pasadas. Me siento sobre una veleta y giro, y avanzo. Entonces me vuelvo un cobarde y vuelvo hacia atrás mis pasos, mientras que un pie me anima a ir hacia la derecha, el otro me empuja hacia la izquierda. Mis manos se agitan, nerviosas, y destrozan hojas de cristal. Apunta, apunta, líbrame de la piedra y de la apatía inmutable.

Dispara, dispara, atraviésame de principio a fin, sin piedad, hasta que caiga de rodillas y no pueda mantenerme en pie. Hasta el último aliento.

miércoles, 16 de julio de 2014

Flowers

Nadar en lava puede ser un buen pasatiempo. Si la resistes. El calor es abrasante. Y las altas olas, húmedas y calientes a la vez, se entrechocan entre sí. Caen limoneros desde el acantilado, y naranjos. Colorean el mar rojizo y lo vuelven más claro, más frío, aunque sigue siendo imparable.

Toco madera con mis labios, y de tanto tocarla se vuelve de piel. Una figura de ensueño que tiene vida propia y se echa a andar, a mi lado. Caminamos sobre el humo y dibujamos nuestros nombres sobre el cemento del infierno.

Dormir sobre el vacío es algo inmenso, pero necesitas tocar el tacto de las flores envueltas en el rocío de la mañana, oliendo intensamente a un perfume especial, que recuerda al de la miel, y que embriaga el lugar. Me dejo caer desde la nada hacia idílicos lugares, y me quiero quedar allí para siempre, aún cuando caen tormentas y los rayos me alcanzan de cerca.

Algo da vueltas sobre mi cabeza, quieto, calma apacible. Y las sonoras carcajadas se funden con el sonido de una guitarra y el bombardeo de un avión. Es entonces cuando me la llevo, y la ahogo de felicidad y placer. Entre caminos dibujados ronronean mis coches, aunque muchas veces la cochera esté cerrada. Otras veces salimos a correr y nos empapamos de éxtasis y locura, es entonces cuando la lava se cierra en torno a nosotros, y dibuja en el cielo una explosión que dispara hacia todas partes flores que dibujan entre el fuego un magnífico cisne.

https://www.youtube.com/watch?v=AFvfX3Mfd9E

lunes, 16 de diciembre de 2013

Ya se va

Ya se va otro año. No importa. Mientras los rayos de vida cubran los ojos ajenos, todo será como una anécdota más, donde la arena del tiempo sigue fluyendo, conmigo y ajena a mí, extendiendo su mano hacia mi cuello, acariciándolo aún con ternura, y soplando sobre mi rostro.

No importa. Vehículos van y vienen, cambiando de color y marca unos, quedándose otros como antaño, y desapareciendo de mi vista los que no quisieron continuar en la misma carretera.

Y tú te quedas en el camino, entrelazando tus pasos con los míos, igual que una carga liviana, desconozco cuánto rato estarán hundidas tus huellas en mis pies, ni si pisarás fuerte, o solo lo suficiente como para hacerte notar.

No importa. Son bienvenidos aunque entren sin llamar. Solo si las fauces de la discordia arañan el mobiliario serán expulsados a tierras baldías y marchitas.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Shine

Se necesita un solo minuto para que todo lo que vivías empiece a notar cambios. Es algo asombroso. Imaginen caminar sobre una línea. Usted toma una dirección, a pesar de que la suya no es la única línea existente. Detrás hay otras. Unas nunca las tomó. Otras, estaban conectadas con la principal, aguardando a que las cogiera, sin haber sido vedadas. Hay tantas, que muchas no las vemos. Pero no tema, el creador de líneas es usted, puede conectarlas, cerrarlas, elegir otra vía. Cierto es que muchas de ellas no dependen solo de nosotros, de hecho pocas son exclusivamente nuestras.

Ahora imaginen que cada línea tiene un brillo, del color que prefieran, y será más o menos intenso dependiendo de la influencia de las líneas en nosotros. Esto nunca es algo rígido, va variando a lo largo de nuestra vida. Entonces, una de las líneas, comienza a brillar con más fuerza. Llevaba años estando ahí, brillando, unas veces más y otras menos, aunque sin apagarse. Y haces el intento: te gustaría cambiar a ese lugar. Habías estado todo el viaje mirándola de reojo, sin poder realmente tomarla. Y ahora sientes que puedes alargar la mano y rozarla ligeramente con los dedos. Nada más. Tal vez se pueda hacer más. Y no estrellarse en la carretera.

http://youtu.be/rs8hraY1OJ0

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Happy Birthday


Empezaremos a 
lanzar salvas,
a saludar a
la vieja suerte,
bajo las nubes
oscuras del cielo,
en una plaza
del medievo.

No eches a volar
todavía, todavía no,
que tus alas se
confunden con
el mar de arriba,
y no quiero perder
de vista tus ojos.

Llegan tarde los
mensajeros,
se quedaron en 
el rudo camino,
durmiendo con
mis bestias.

De los seis que
mandé solo uno
ha llegado hoy,
blandiendo firme
su fiel pluma.

¿Qué decir? Si
diecinueve son
menos de las veces
que te pienso,
son los latidos que
viajan por segundo,
solo si te tengo
pegada a mi vera.

Y yo me pierdo
entre sus túneles,
que conectan
con el gran Morfeo,
que trasladan 
a todos mis vagones.

Eres el comienzo
y a la vez el fin,
donde encuentro
las líneas que
no estaban trazadas.

Y, bajo la luz lunar,
en una desértica playa,
aparece todo escrito,
un nombre que existe
pero que no está,
que se bifurca y 
se transforma en otro:
Helena.

Cayó Troya en tu
hermoso nombre,
derribaste ejércitos
conquistaste corazones,
y ahora pretendo,
iluso, atravesar
tus murallas.


miércoles, 6 de noviembre de 2013

Planes

Hoy no estoy aquí. Me perdí. Un monstruo que no dispone de sus cinco sentidos ocupa mi lugar. Es una sensación extraña tiritar de miedo, cuando todo lo que habías formado en la hipótesis se derrumba como un castillo de naipes. Y, sobre todo, la impotencia de no poder hacer nada para evitar eso. Solo si eres previsor puedes idear formas de salvar una parte de la estructura, pero ni aún así controlas lo más mínimo: solo te vuelves un juguete de las acciones externas.

Es cierto eso de que nada que sea importante sale tal y como lo planeas, pero, ¿no es eso acaso lo que hace más interesante el desarrollo? La agudeza, el ingenio, cualquier cosa sirve como aliada para salvar los obstáculos y tomar otro camino, que, quizá sea menos placentero, pero tiene el mismo fin. Lo que no se puede hacer es quedarse mirando la barrera natural de la carretera, eso es la perdición.




http://youtu.be/cQW9yrYtjEw

lunes, 28 de octubre de 2013

Manchas

Soy una mancha que camina por la ciudad. Las farolas encendidas flanquean el camino. El suelo está mojado. Llovió no hace mucho. Árboles peleándose por arrebatarle el lugar a las farolas. No hay coches, no hay motos. Nada en la carretera. Casas monótonas en el otro lado. El cielo es una mezcla heterogénea de colores azulados. Soy una mancha. Me expando por todos sitios, formo figuras, pero no se engañe, soy lo que soy. Voy al lado de una mujer llamada Helena, con una mascota que no recuerdo haber tenido. Un perro negro. Solo cabe ir hacia delante, bajo la luz de las farolas, aunque solo me fije en la que irradian sus ojos. ¿Dónde está? ¿Sigue ahí? Porque me muevo un poco y desaparece de mi vista. Y otra vez me difumino entre colores fríos y cálidos. Me muevo en los charcos. Me aferro a ella con fuerza: No quiero perderla. Pero solo soy una mancha... ¿Qué puede hacer una mancha sino expandirse y cambiarlo todo? ¿Qué puedo hacer sino dibujar con palabras lo que no puedo retratar en un lienzo?


martes, 15 de octubre de 2013

Ausencia

Es curioso ver cómo cosas que no estaban dentro del círculo de la normalidad, un buen día entran y se instalan, pero cuando deciden salir, aunque sea durante un corto período de tiempo, uno siente que algo se marcha de adentro. Y, si la conexión era intensa, comienza a darse una sensación de vacío, igual que un ciego que pierde a su guía, dando tumbos, sin rumbo fijo. No obstante, si aquello que se ha marchado, regresa, o, al menos, se acerca al círculo, notamos cambios relevantes. Se oprime el pecho, la adrenalina se desborda, y gran parte de ese terreno de nadie, vuelve a recuperar las pautas de un camino a seguir.

Decimos que el tiempo es unidireccional, pero, ¿y si no lo fuera? Imaginen un montón de líneas representando el tiempo, y, ahora, una escena aparte: Una persona rechazando a otra. La única dirección temporal nos dice que "A" es así, que no hay otra posibilidad alternativa en ese momento. Pero, ¿y si de forma paralela sí se está aceptando a esa persona, en la línea "B"?
Del mismo modo en que la eternidad no es infinita, sino que es una expansión enorme del tiempo (pero siempre tiene un final), la ausencia de emociones, o de personas que las provoquen, no es interminable, y siempre se encuentran formas de recuperación de las mismas, aunque sea utilizando los recuerdos.

http://youtu.be/aBp5uaqK_BE