Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Mostrando entradas con la etiqueta caminar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta caminar. Mostrar todas las entradas

viernes, 8 de abril de 2016

Aún permanezco

He cambiado los muñecos de la fortuna por una senda que sigue en línea recta, un paisaje que, si bien cambia, no muestra nada diferente. Si llueve, abro un paraguas; si hace sol, voy ligero de ropa. Nada me detiene, ni tampoco yo detengo a nadie en el camino.

Aprendo cosas, pero una termita carcome el nido, pues la sensación de que otras posibles situaciones proporcionan un abanico más amplio de experiencias inunda el suelo. No me pierdo en otros ojos. Ningún faro ilumina los míos. Los personajes cumplen su función fuera de las fronteras que ya he dejado de defender, ante la triste situación de aridez que pueblan los dominios interiores.

Giran y giran los cambios alrededor de un cuerpo que no avanza, ni se detiene. Y volveré a notar en la piel unas órbitas que atraen a la vez que rechazan, donde las emociones un día florecieron y fueron aplastadas por el zapato del miedo.

No me siento solo, es cierto, a pesar de que la soledad vigila la puerta y duerme en mi cama. Sigo construyendo mis murallas, dejando de lado aquellos gigantes con pies de barro que se rompían al poco de echar a andar. Sé lo que busco, pero no lo encuentro. También sé que dejar de buscar no sirve, porque nada cae del cielo, salvo, tal vez, el agua.

Habrá que aprovechar aquello que nos mantiene a salvo.

martes, 8 de diciembre de 2015

La línea del horizonte

- No esperaba que vinieses. Es agradable verte más a menudo.

- Quizá necesitaba hablar. Todo esto... No logro entenderlo.

- ¿Por qué?

- No sé... Es increíble. Literalmente. A veces pienso que no saldremos de este círculo. Que tarde o temprano se romperá y que estamos destinados a que no cambie nada. Tú te marcharás a otro bosque y yo seguiré con mi vida.

Pausa.

- Y... En ocasiones recuerdo la ceniza, los viejos árboles que aún existen en terrenos yermos. Troncos desnudos, sin hojas. Formando parte del bosque, de mí. Yo avanzo, cambio las cosas de lugar. Le doy prioridad a mi trabajo. Cuando uno trabaja no puede pensar, ¿sabes? Entonces vienes tú, con todo el viento en contra, y te quedas. Quizá en vano. Pero intentas hacer un camino, a pesar de todo. Y yo me pregunto, ¿esto se quedará siempre así? ¿Habrá algo que cambie? ¿Será a mejor o a peor?

- Nada permanece inmutable. Ni tampoco hay nada destinado. Las cosas las cambiamos nosotros, aunque sólo sea mover una gota en el océano. Vendrán cosas que no sabes, actos que no esperas. Y, créeme, si el camino vale la pena, y te aporta cosas, la meta no importa tanto, aunque sea deseable. El fin, el objetivo, está para eso, para andar, avanzar, detrás de eso. Si nos quedásemos sólo pensando en la meta... ¿Dónde quedaría lo demás? Por eso me quedo. Y creo que pronto sabrás mejor el por qué.

https://youtu.be/xmWrsqX56zY

martes, 20 de octubre de 2015

El vacío

- He visto que se han caído árboles, sin ser azotados por el viento ni golpeados por la roca. Dime, ¿has querido eliminar cosas del bosque que, por el motivo que sea, no te gustaba que estuviera ahí?

- Pues sí, pero... Tenía mis razones.

- No es la primera vez que ocurre, ¿cierto? Es tu bosque, puedes hacer lo que quieras con él, pero haciendo eso borras parte de lo que eres. Y, ¿de qué sirve si yo sé que ese árbol estaba ahí? Quizá si lo hubieses talado poco antes de plantarlo lo entendería, pero no ha sido así. Somos lo que nuestros errores hacen de nosotros, no únicamente los aciertos.

- Tú no entiendes el motivo. Pero, antes de decir nada, mírate. Participas en un error constante. Vienes aquí aún sabiendo lo que encontrarás, y no pruebas en otra parte. Traes contigo un vacío que has decidido llenar conmigo, cuando sabes que no puedo darte de beber aquello que ansías.

- Es extraño, porque no considero que haya un error en todo esto. Quizá en la forma, por mi parte, sí. No en el fondo. Y, a pesar de que siempre hay resquicios de esperanza, yo no vengo pensando que me darás lo que deseo. Eso es algo que tengo claro. Pero tú no estás aquí para ocupar un vacío. Oh, no, claro que no.

- ¿Entonces?

- Tú eres el vacío. Me absorbes como lo haría un agujero negro. Extraes de mí lo mejor con solo hacer un movimiento. Es complicado de explicar, y frustrante en cierto modo. Pero es cierto. Tal vez de otras personas lograría obtener un árbol tras cien días de vida. Contigo obtengo cien árboles con tan sólo un día que te pasees por aquí. Y me encanta, y me asusta a la vez. Tal vez yo quisiera cortar los hilos y caminar, libre, a un lugar donde las manos recorriesen mi cuerpo como nunca lo han hecho tus dedos; pero lo estaría cambiando por las palabras que me hacen estallar por dentro en mil pedazos. Y eso, es complicado. 

viernes, 25 de septiembre de 2015

La canción

- ¡Hola! ¿qué me traes hoy?

- Hoy solo tengo una canción. Tal vez dos.

- ¿La cantarás para mí?

- Claro que no.

- Dime al menos de qué trata.

- Sobre una rueda. Una rueda que gira.

- ¿Una rueda?

- Sí.

- ¿Y qué ocurre entonces?

- Se detiene. Tú la detienes.

- ¿Yo?

- Sí.

Pausa.

- Caminas hacia mí. Y yo hacia ti. Sin tocarnos. Entonces no avanza. A veces, y solo a veces, nos da por correr. Y sucede que la otra persona se asusta y hace lo mismo.

- ¿Por qué sucede eso?

- Porque en realidad no vamos juntos en la rueda. Sólo tú tienes el espejismo de verme tratando de alcanzarte. Pero la verdad es que caminas solo. Y todas las líneas que se dirigen a tu centro están vacías. Y sí, de vez en cuando me gustaría cogerte de la mano y sacarte de ahí; entonces el gigante del miedo y la duda aparece y me obliga a coger la vereda segura. Quizá tampoco sea segura, pero sí más placentera. No vengo al bosque porque estés esperando. Vengo porque siempre me ha gustado venir.

Silencio.

- ¿Por qué me cuentas eso?

- Es lo que dice la canción.

- Ya veo. Qué canción más fea, ¿no crees? Y, aún así, ya la había escuchado antes.

Rompe a llover. Fuerte.

- Seguirás viniendo, ¿no es así?

- Sí. Aunque la canción que traigo conmigo es distinta.

https://www.youtube.com/watch?v=gnhXHvRoUd0

viernes, 20 de marzo de 2015

De haikus primaverales (y primerizos)

Cierra la puerta,
el cielo gris destruye
mis labios curvos.

/

Vaho infernal,
frente a la ventana
canta la lluvia.

/

Camino solo,
me acompaña tu frío
en las baldosas.

lunes, 16 de marzo de 2015

No me pidas ayuda

Puedes lanzar
tus redes,
nunca alcanzarás
lo que buscas.

Crees encontrar
eternos tesoros,
pero abres siempre
el baúl vacío.

Apartas con tu
puño de hierro
las señales 
de lo que quieres.

Caminas a ciegas,
la noche en tus ojos,
y el alcohol no
es el elixir de la vida.

Te lanzo cuerdas
al fondo del hoyo,
y tus cuchillos
alumbran la oscuridad.

Te tiendo puentes
en tu isla solitaria,
y el fuego
refleja las estrellas.

Te tiendo la mano
frente a los monstruos,
y la hierba enrojece,
pura laceración.

Cuando pero la
ansiedad domine,
cuando el eco
controle tus calles,
cuando tus reinos
de arena caigan,
entonces, entonces
no me pidas nada.

No me pidas ayuda,
no me pidas nada,
porque te salvaré.

Para Candela.



 
Palabras clave en poesía: Ansiedad, noche y vacío.

viernes, 20 de febrero de 2015

Apuestas

Andar bajo la lluvia puede ser alentador, sobre todo si no tienes adonde ir. Caminar, caminar, y avanzar hacia una ciudad derruida, donde los destrozos cubren el pavimento, y los edificios parecen haber sido cortados con una espada en un corte diagonal.

Ustedes no saben lo que es ver la completa calma en movimiento. Coches destrozados, brisas de aire que se llevan la primavera lejos, y monstruos de nieve que buscan destrozarte con sus gélidos abrazos.
No sé si soy un perdedor, cuando en este momento solo estamos yo y la soledad. No sé si hago mal mis apuestas, jugándome lo único que me queda. Mi ropa, un libro, y una sonrisa. Si te atreves, ven, haz tu apuesta.

sábado, 14 de febrero de 2015

Voces

He vuelto a caminar por los lugares donde dejé mis huellas, y no coincide el tamaño de mis pies. Será que he crecido, o al revés. Un ser pequeño con una sombra pequeña. Y sí, ya sé que tiendo a expandirme y ocupar todo lo posible sin romperme, pero últimamente no hay mucha luz en el cielo. Me encontré con cosas que no recuerdo, o que, simplemente, no estaban. Y viceversa.

¿Donde están las ninfas que jugaban junto al río? ¿Y los leñadores? Solo veo gestos hoscos y miradas de reproche. Ya lo ven, algún precio debía tener.
Hay voces discordantes que me arropan y me relajan, sombras lejanas, de algún punto de Tesalónica, o más allá. Y puedo sentir manos, acariciando, en cualquier lugar perdido de mi mente. No sé si despertándola o adormeciendola, pero lo cierto es que que su perfume embriaga.

Y es entonces que, al cerrar los ojos, me encuentro con mares de hebras marrones.


miércoles, 16 de julio de 2014

Flowers

Nadar en lava puede ser un buen pasatiempo. Si la resistes. El calor es abrasante. Y las altas olas, húmedas y calientes a la vez, se entrechocan entre sí. Caen limoneros desde el acantilado, y naranjos. Colorean el mar rojizo y lo vuelven más claro, más frío, aunque sigue siendo imparable.

Toco madera con mis labios, y de tanto tocarla se vuelve de piel. Una figura de ensueño que tiene vida propia y se echa a andar, a mi lado. Caminamos sobre el humo y dibujamos nuestros nombres sobre el cemento del infierno.

Dormir sobre el vacío es algo inmenso, pero necesitas tocar el tacto de las flores envueltas en el rocío de la mañana, oliendo intensamente a un perfume especial, que recuerda al de la miel, y que embriaga el lugar. Me dejo caer desde la nada hacia idílicos lugares, y me quiero quedar allí para siempre, aún cuando caen tormentas y los rayos me alcanzan de cerca.

Algo da vueltas sobre mi cabeza, quieto, calma apacible. Y las sonoras carcajadas se funden con el sonido de una guitarra y el bombardeo de un avión. Es entonces cuando me la llevo, y la ahogo de felicidad y placer. Entre caminos dibujados ronronean mis coches, aunque muchas veces la cochera esté cerrada. Otras veces salimos a correr y nos empapamos de éxtasis y locura, es entonces cuando la lava se cierra en torno a nosotros, y dibuja en el cielo una explosión que dispara hacia todas partes flores que dibujan entre el fuego un magnífico cisne.

https://www.youtube.com/watch?v=AFvfX3Mfd9E

lunes, 30 de diciembre de 2013

Camina bella, como la noche

Camina bella, como la noche
De climas despejados y de cielos estrellados,
Y todo lo mejor de la oscuridad y de la luz
Resplandece en su aspecto y en sus ojos,
Enriquecida así por esa tierna luz
Que el cielo niega al vulgar día.

Una sombra de más, un rayo de menos,
Hubieran mermado la gracia inefable
Que se agita en cada trenza suya de negro brillo,
O ilumina suavemente su rostro,
Donde dulces pensamientos expresan
Cuán pura, cuán adorable es su morada.

Y en esa mejilla, y sobre esa frente,
Son tan suaves, tan tranquilas, y a la vez elocuentes,
Las sonrisas que vencen, los matices que iluminan
Y hablan de días vividos con felicidad.
Una mente en paz con todo,
¡Un corazón con inocente amor!

Lord Byron 

jueves, 28 de noviembre de 2013

Morfeo

Alguien empieza a cantar sobre un reino olvidado, tocando la lira y llenando la habitación de un humo invisible que embriaga los sentidos. Aparecen dos burbujas que danzan un momento en el aire y se unen, formando una pompa más grande. Cae al suelo, pero no estalla, rebota como una pelota y se queda explorando los alrededores. El cuerpo se aletarga, el tiempo se estira como una buena pizza de queso fundido, y los ojos se cierran, pesados como yunques.

Una voz llama al otro lado, intentando atraer la atención, pero es en vano. Las palabras no suenan, las vocales no vibran en la cabeza. No camines entre los dos mundos sin llevarme contigo. Eso dice. Y Morfeo coloca su barrera del olvido en la puerta del sueño. Su cuerpo entra, hipnotizado, y las puertas se sellan para mí. Volví a perder.


domingo, 17 de noviembre de 2013

Inverso

Soy un mal trapecista colgando sobre la cuerda que hay entre dos rascacielos. Camino, con torpeza, sin mirar abajo. Porque si mirase abajo me quedaría paralizado, y muy posiblemente caería. Y es que no sé por qué intento hacer esto si no sé mantener el equilibrio. Es posible que los objetivos que se forman no se correspondan con la realidad, y se crea la eterna burbuja que me atrapa. Se materializa tanto miedo que ya, ante lo que ocurre, ante la frustración, la opción que se alza es dibujar ese mundo entre líneas. Lo bueno de la mente es poder crear cualquier situación que normalmente no te dejarían vivir. Y también las que sí. Ya sea una novela, un texto o un poema. Puedo desnudar a alguien que no quiere sin que me pase nada. Porque en realidad no ocurre el acto. No se materializa de forma concreta. Puede parecer que no es suficiente, pero, ¿qué otras opciones quedan? Solo los sueños. Y es complejo poder controlarlos o decidir qué soñar. Y, aún haciéndolo, no se podría realizar todo lo que gustaría.

La gran pregunta es: ¿Por qué no invertir el proceso?
Que en vez de ser exclusivamente fruto de la imaginación, se produzcan los pasos necesarios en la realidad, y, a partir de ahí, formar las líneas. 

viernes, 15 de noviembre de 2013

Pensamiento crítico

Decía mi profesor de historia antigua que cada vez más se busca acabar con las asignaturas de humanidades, relegarlas a un segundo plano, y que, aunque la ciencia sea el futuro, no se puede dejar de lado el hecho de pensar. Que querían transformarnos en calculadoras, y no en personas que tuvieran pasión por la lectura, por tener otros conocimientos.

Y es cierto, en estos casos el primer amenazado es el poder, pero se le olvidó decir que también podían transformar a las personas en loritos. Que repiten una y otra vez lo que oyen de otras personas. Eso no es pensamiento crítico. Ni siquiera es pensar. Y cada vez más, todo va en una misma dirección, en la que las personas se convierten en hojas en blanco, y dicen: Escribe aquí lo que quieras, que sigo caminando hacia delante. Un molde hecho al gusto del que controla.

http://youtu.be/GqPwffptR-E

sábado, 14 de septiembre de 2013

Tic, toc, y la fábula del tiempo.

El segundero del reloj viaja hacia atrás, pero se consume hacia delante, lenta y pesadamente. Cuatro paredes de hormigón se alzan, formando una jaula que simula la libertad, una cárcel de oro espaciosa para el reo, que camina y no palpa los barrotes, que aspira y no siente el aire viciado. Puede ser que se haya acostumbrado a su alrededor, ignorante de lo que ocurre o de dónde se encuentra. Una venda que tapa sus ojos y una duda que lo ciega. No sabe si en su cabeza se acumulan las dudas o las certezas, pues solo alberga esperanzas que, al igual que una bombilla desgastada, titila, se enciende, y se apaga. Y lo único que sabe es, que si estuviera montado en un barco, dejaría que le arrastrase la corriente.