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domingo, 9 de agosto de 2015

Empezar de cero




Te gusta lanzar palabras al azar, sin ningún destino en particular. Colocaste un espejo en una habitación y me dejaste allí, respondiendo a tus locuras, con el eco devolviendo mis ilusiones. Te fuiste sin decir nada, aunque tus letras seguían disparando, silenciosas, a lo lejos.

Sobre la arena mojada puse mis deseos, porque sabía que se irían a las profundidades del océano. Los devoraría algún pez, o quizá se ahogaron a los pocos minutos de estar sin aire. No pasa nada. Ya me haré otros nuevos, y los esconderé donde la mano amarga del pasado no pueda encontrarlos.

No he sabido encajar en las mareas del mundo, y, al igual que una pieza rota en un rompecabezas, intento meterme en los resquicios de humanidad que aún existen. Te has ido sin haber estado nunca conmigo, lo sé, pero el hueco que has dejado me ha mostrado hasta qué punto estaba aislado de todo.

Y es que cuando la ficción tiene más peso que la realidad, todo cambia; y cuando las paredes se desmoronan me encuentro enfrente de aquel espejo, sin nada más que un todo por hacer. 

jueves, 5 de marzo de 2015

A mi querida enemiga

Tú, grasa andante,
albóndiga gigante
cuyos fofos pies
arman terremotos.

Me acaricias con
gruesas morcillas,
saliva corriendo
por tu barbilla.

Ven, ven aquí,
deja que toque
tu nido de escalopendras
oscuras y finas.

Ven, ven aquí,
cántame con
tu ahogada voz
unas rancheras.

No importa que tardes,
yo te espero:
Diez minutos en tren,
cuarenta en el velero.

Y es que es lo que hay,
si te tropiezas
le digo adiós al herrete,
que con tus planchas
me fundes, rico tranchette.

Y así te quiero yo,
hermosa, bien alimentá,
que para ver palos
tengo la ciudad.  

Para María, o Eme, como le gusta a ella.

Palabras clave en poesía: Escalopendra, albondiga y herrete.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Saturación

Hay días en los que todo se vuelve un nudo corredizo alrededor del cuello, sientes que aprieta, pero no ahoga. Un montón de flechas ejerciendo presión hacia tu cuerpo desde todas las direcciones posibles. Pero aguantas el tipo y sigues adelante. Sabes que al final del todo, alguien aparecerá para aflojar durante un rato ese asfixiante nudo. El problema está cuando todo eso pasa cada día, y es entonces cuando el cuerpo deja de sentir la carencia de aire, y se va acostumbrando a todo. Quizá sea mejor así, porque la mano compañera que te alivia, esta vez lo hará con más intensidad.

lunes, 14 de octubre de 2013

A light in the dark?

Cada vez que creí haber visto señales, estas eran erróneas, o, si las había, nunca supe interpretarlas. Imaginen a un reo en manos de los corsarios, en un barco situado en alta mar, con una venda alrededor de sus ojos, sobre una tabla que da al agua. Detrás, a sus espaldas, la espada afilada de un pirata le conmina a avanzar, pero el prisionero sabe que si sigue avanzando, morirá ahogado,o, peor aún, será alimento de los tiburones del Pacífico. Entonces el condenado no sabe hacia donde ir, porque da igual el camino que decida tomar: En ambos casos le espera la muerte.

Pues en parte, muchas situaciones de mi vida se asemejan a esto, donde yo soy un planeta que circula a toda velocidad, tanto, que se sale de órbita y se estrella contra el Sol.

http://youtu.be/2r3ChchO-fA